Luego de dos años de pandemia en Casanare, el pasado sábado 02 de Abril se reportó el fallecimiento de dos casanareños, víctimas del Covid-19, llegando así el departamento a la triste cifra de mil personas muertas a causa de este virus.
A pesar de que los casos diarios han disminuido significativamente, actualmente Casanare tiene 47 casos activos: 45 bajo observación en Casa y dos pacientes que permanecen internados en un Centro Hospitalario, combatiendo contra el mortal virus.
No veamos los mil fallecidos como un número más, por un momento detengámonos a recordar, aquel ser querido, aquel familiar, aquel amigo, el amigo de mi amigo; que hoy día ya no esta entre nosotros, que un día se contagio, lo vimos entrar a un Hospital, pero no lo volvimos ver salir con vida. Tuvimos que darle el último adiós a un ataúd cerrado, sin poder ver su rostro por una última vez, o simplemente no pudimos despedirle porque las medidas eran tan estrictas que no impedían asistir a los cementerios.
¡Mil muertos! esto es como si medio cuerpo estudiantil de una institución educativa desapareciera, como si el público de un auditorio de nuestra ciudad quedara vacío de repente, en términos políticos, los votos suficientes para una curul en un concejo municipal.
Aunque la vacuna ha ayudado para disminuir el riesgo de muerte por contagio, a la fecha, las personas han venido bajando la guardia. Las medidas de autocuidado ya no se están aplicando, porque las autoridades ya no las exigen, pero recordemos que esto es un tema de protección personal, no debemos esperar que nos señalen que debemos usar, para hacerlo, la cifra de mil casanareño muertos en dos años, debería generar conciencia de que el Covid-19, es algo que no debe tomarse a la ligera.
A pesar que ya en algunos lugares el uso del tapabocas no es necesario, no perdamos la costumbre que hemos adquirido durante estos años al lavado de manos. Actualmente hay personas que no han recibido la primera dosis de la vacuna, y sus razones tendrán, pero lo cierto es que la Covid-19, durante estos años, ha llegado a tocar a cada uno de nosotros, ya sea a través de un familiar, un amigo o conocido.
Las cifras de contagio en Casanare han disminuido notoriamente, hasta el punto de llegar a una ocupación UCI del 2%, lo que en un pico de la pandemia alcanzó a llegar al 120%. Gracias a ese notorio descenso, las medidas de autocuidado se han vuelto mas flexible, pero aun así, el virus sigue circulando entre nosotros y mientras no lo erradiquemos por completo, no debemos bajar la guardia.