
Yopal llora, pero también exige justicia. El pasado jueves, la Catedral San José se quedó pequeña para despedir a Carlos Navarrete, el comerciante asesinado tras un violento intento de robo. Afuera, cientos de personas acompañaron a su familia en un adiós cargado de dolor y aplausos, mientras su féretro era llevado al Cementerio Local de Morichal.
El luto se sintió en las calles. El Almacén SúperMío y el supermercado Metro cerraron sus puertas, un gesto que refleja el vacío que deja Navarrete, gerente de SúperMío y rostro querido en el comercio yopaleño.
Mientras la ciudad se paraliza por el dolor, las autoridades insisten en que el caso no quedará en la impunidad. El secretario de Gobierno confirmó que la investigación “avanza a buen ritmo” y que el alcalde Marco Tulio Ruiz ofrece una recompensa de hasta 10 millones de pesos por información que permita dar con los responsables.
“El dolor de su familia es el dolor de todo Yopal. No vamos a descansar hasta que haya justicia”, sentenció el funcionario.
Carlos Navarrete fue herido de bala el pasado 16 de junio en la Calle 40 con Carrera 11. Siete días después, su partida sacudió a la ciudad. Hoy, Yopal lo llora… y espera respuestas.




la verdadera justicia es darle de baja a estos delincuentes