
El Vaticano anunció este lunes la muerte del papa Francisco, Jorge Mario Bergoglio, nacido a los 88 años. Con su fallecimiento, se pone en marcha uno de los procesos más solemnes y simbólicos de la Iglesia católica: el cónclave, en el cual se elegirá al sucesor número 267 del trono de San Pedro.
Francisco fue elegido en 2013 y se convirtió en el primer papa latinoamericano de la historia. Su pontificado marcó una era de reformas, apertura y descentralización dentro de la Iglesia. Uno de sus legados más destacados fue la internacionalización del Colegio Cardenalicio, al nombrar a más del 80% de los cardenales que hoy tienen derecho a voto.
Actualmente, el Colegio Cardenalicio está compuesto por 252 miembros, de los cuales 135 tienen menos de 80 años y, por tanto, son electores.Estos cardenales se reunirán a puerta cerrada en la Capilla Sixtina del Vaticano, donde permanecerán aislados del mundo hasta lograr el consenso de dos tercios a favor de un nuevo líder espiritual para los más de mil millones de católicos en el mundo.
Aunque la mayoría de los electores fueron designados por Francisco, esto no garantiza la continuidad automática de su línea reformista. El grupo es diverso, tanto en pensamiento como en procedencia geográfica. De hecho, por primera vez países como Mongolia, Lesoto, Timor Oriental, Irán y Tonga tendrán representación en el cónclave.
El equilibrio geográfico ha cambiado notablemente:
El continente asiático ha visto duplicar su número de cardenales electores, pasando de 9 a 25, mientras que África cuenta ahora con 18. América Latina estará representada por 24 cardenales, entre ellos cuatro argentinos, dos chilenos, y representantes de México, Brasil, Uruguay, Paraguay, Perú, Cuba, Guatemala y Nicaragua.Italia, que históricamente ha dominado el cónclave, ha visto reducir su influencia. Hoy solo 18 de sus 48 cardenales podrán votar, frente a los 28 de los 115 electores que participaron en 2013, cuando Francisco fue elegido.
En el caso de Colombia, solo uno de los tres cardenales está habilitado para votar: monseñor Luis José Rueda Aparicio, arzobispo de Bogotá, de 62 años. Los otros dos, Rubén Salazar Gómez y Jorge Enrique Jiménez, han superado el límite de edad.El cónclave se llevará a cabo con dos votaciones por día una en la mañana y otra en la tarde hasta que uno de los candidatos alcance la mayoría necesaria. Mientras tanto, desde la chimenea de la Capilla Sixtina se emitirá la tradicional fumata negra para indicar que aún no hay decisión, o la fumata blanca, que anunciará al nuevo pontífice.
Será entonces cuando se pronuncie el esperado “Habemus Papam” desde el balcón de la Basílica de San Pedro.Con esta elección, no solo se determinará el rumbo espiritual de la Iglesia, sino también su postura ante los grandes desafíos contemporáneos.
El próximo papa heredará una institución más diversa, descentralizada y universal, moldeada por el legado del primer pontífice jesuita y latinoamericano de la historia: el papa Francisco.