Opinión|Mujeres al poder: una lucha de generaciones

Un hombre está de pie frente a una pared blanca. Lleva un atuendo formal que consiste en:
Una chaqueta gris claro con botones
Un suéter de cuello alto negro
Pantalones de vestir grises a juego con la chaqueta
Zapatos negros de vestir
Gafas de sol con montura marrón y lentes oscuros
El hombre tiene el cabello corto y sonríe ligeramente. La habitación parece ser un espacio interior con piso de madera.

Por John Alexander Díaz (persona ciega y colaborador de LaReportería como columnista)

Como nunca en la historia de nuestro país se había vislumbrado con tanta claridad, hay una gran posibilidad de que una mujer llegue a ocupar la Casa de Nariño como presidenta.

Es de esta manera que, en los últimos días, hemos visto cómo en la carrera por empezar a identificar candidatos para las próximas elecciones presidenciales, han aparecido, en su gran mayoría, algunos nombres de mujeres que podrían ser las candidatas; aquellas que, con una mayor opción, van sacando la cabeza entre tantos que quieren estar escogidos para ser representación de los distintos partidos que conforman la escena política colombiana.

Hemos visto, por ejemplo, nombres conocidos como el de la recién salida alcaldesa de Bogotá Claudia López, la congresista por el partido Centro Democrático María Fernanda Cabal, la presentadora y periodista de la Revista Semana Vicky Dávila, la exministra de Salud Carolina Corcho; y otros analistas se atreven a señalar desde ahora, nombres como el de la vicepresidenta Francia Márquez, Verónica Alcocer, e incluso el de la actual directora del Dapre Laura Sanabria.

Aunque varias de estas mujeres por ahora aparecen entre las más nombradas para una disputa a al cargo de presidentas de Colombia, la verdad es que ninguna de ellas ha lanzado su candidatura de manera oficial; sin embargo, tampoco es que lo hayan negado.

Es importante para Colombia que se desarrolle efectivamente esta apertura democrática, a que las mujeres sigan siendo parte de los liderazgos hacia la búsqueda de transformaciones que requiere nuestro país, pues en nuestra historia no hemos tenido una mujer presidente, una campaña en la que sean la mayoría mujeres las que se disputen la presidencia, y menos, una contienda política en la que quizá Colombia, entre sus transformaciones, venga con este propósito de que sea una de ellas la que nos lleve a un buen puerto, aquel que tanto necesitamos.

Para este momento en los gobiernos locales, Colombia cuenta con 6 gobernadoras  y 146 alcaldesas, para el que aparecen nombres como el de Elbia Milena Sanjuan en el Cesár, Rafaela Cortés en el Meta, Luci Inés García en Sucre, Adriana Magali Matíz en el Tolima, Dilian Francisca Toro en el Valle del Cauca.

Entre las lideresas políticas podemos destacar a la actual gobernadora del Chocó, Nubia Carolina Córdova Curi, mujer, abogada, afrodescendiente, especialista, magister y doctorando en política pública, quien por primera vez derrota a los clanes y a los

hombres que parecía tenían patriarcado en este territorio. Sin embargo, hay que decir que todas ellas llegaron a sus gobernaciones bajo el amparo de partidos tradicionales; y, por otro lado, que en ninguna ciudad principal se eligió a una mujer como alcaldesa. Así mismo, en la Ciudad de Ibagué, Johana Aranda, también gana las elecciones con el amparo de partidos tradicionales.

De esta manera, según la prensa de Senado Colombia y datos de la Registraduría Nacional, refiere que para las anteriores elecciones hubo un aumento del 20% en la participación de mujeres para cargos populares, en el que se destaca un aumento del 13% de aumento de alcaldesas.

Esto, luego de que más de 52209 mujeres se inscribieran para ser elegidas gobernadoras, alcaldesas, ediles entre otras; y luego de que, en 2019, se hayan inscrito 43289.

En este sentido, se hace prioritario fortalecer los procesos de liderazgo femenino en los territorios, para que sean más las mujeres las que estén en cargos de elección popular, pero, además, que sean más las mujeres diversas y competentes quienes lleguen al poder. Mujeres con discapacidad, afrodescendientes y negras, indígenas, mujeres trans, campesinas, de los pueblos romaní, cuidadoras, en definitiva, mujeres del cotidiano, mujeres más parecidas a con quienes nos vemos la cara todos los días.

Aunque con las herramientas del enfoque diferencial con el que se mueve la política en Colombia, se ha venido abriendo la puerta a que el 30% de los cargos públicos esté constituido por mujeres, esto no es algo que se defina con claridad en la contienda política de elección popular, más, lo que hemos podido evidenciar, es que Colombia viene teniendo transformaciones que de a poco, va haciendo que la política también se transforme; y evidentemente, esto debería ser lo justo en un país tan lleno de diversidad, diferencias y riqueza social, lingüística y cultural.

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Un comentario

  1. Your piece beautifully captures the essence of the ongoing struggle for gender equality and highlights the progress that has been made while acknowledging the challenges that still lie ahead.

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