Hace 32 años que asesinaron a Luis María Jiménez, “el viejo”

Entrada la tarde, unos muchachos vestidos con camisas negras, llegaron hasta la casa de Luis María Jiménez, en pleno centro de Aguazul, le preguntaron a la señora que los atendió, por El Patón, “que le traían un encargo”.

El Patón no estaba en la vivienda, se encontraba a unos cuantos metros, en un establecimiento comercial departiendo con algunos amigos. Informado de la llegada de los desconocidos, resolvió atenderlos, pero al llegar a la casa, nadie había por los contornos, por lo que aprovechó la “volada” para entrar a cenar.

La señora que se disponía a servirle los alimentos, de pronto vivió los momentos de horror más trágicos de su vida, el estruendo de unos disparos la llenó de pánico y solo atinó a esconderse, detrás de un lavadero de cemento, contiguo a la cocina.

Unos segundo pasaron antes que asomara la cabeza y solo pudo ver el cuerpo enorme de su compañero, tendido en el piso de cemento boca arriba, parcialmente su cuerpo lo tapaba una tejas de zinc de una enramada que cubría el pasillo, antes de entrar a su cuarto.

Allí terminaba trágicamente, la historia de un campesino que llegó del municipio de Toca Boyacá a trabajar como peón, a la finca La Portuguesa propiedad del mayor Manuel Garrido, quien había sido prefecto y jefe civil y militar de Casanare.

Su capacidad de trabajo, su fortaleza, pronto fueron conocidos en la región y los dueños de los hatos de la época, se peleaban por contratarlo. Fue un trabajador destacado en el hato Brasilia y en Buenos Aires de Efraín Becerra, posteriormente se vinculó a Aguazul en la zona de San José del Bubuy, donde se enamora y se casa con la señorita Isabelina Pérez, quien posteriormente, murió trágicamente ahogada en la laguna de Tinije, mientras lavaba ropa.

Poco a poco Luis María se fue ganando la confianza de las gentes que poblaban los abandonados pueblos de Casanare y de la mano, primero del parlamentario y ex-guerrillero Eduardo Fonseca Galán y luego del dirigente Liberal y escritor Getulio Vargas Barón, logró ingresar a la administración pública como Inspector de Policía y luego como Alcalde de Aguazul, el primero por elección popular.

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