Un posible cese de la violencia se podría dar en Arauca, en la frontera con Venezuela, luego de que el jefe insurgente alias Antonio Medina levantara la orden, que dio a inicios de noviembre, de asesinar a 300 personas en ese departamento del oriente del país, en medio de la guerra que sostiene con el ELN, el otro grupo subversivo que delinque en el mismo territorio y con el que se disputan las rentas ilegales.
“El Estado Mayor Central de las FARC-EP en uso de sus atribuciones estatutarias me ordena retractarme públicamente y desistir de mi reciente declaración. Daré cumplimiento (…) siendo autocrítico ante él y ante el pueblo araucano”, señaló el subversivo en un video que dio a conocer, en su cuenta oficial de Twitter, el senador Iván Cepeda del Pacto Histórico.
El anuncio resulta bastante esperanzador para Arauca donde están sufriendo una crisis humanitaria como consecuencia de los enfrentamientos entre esos dos grupos armados al margen de la ley, y más si se tiene en cuenta que con el ELN se establecieron diálogos con el gobierno del presidente de la República, Gustavo Francisco Petro, con miras a un cese bilateral del fuego, lo que podría llevar a la desescalada del conflicto en esa zona del país donde, según la Defensoría del Pueblo, van 300 asesinatos, 47 secuestros y el reporte de por lo menos siete casos de desaparición forzada.
Precisamente, el mismo ‘Antonio Medina’ reconoció que hay una violencia desbordada en Arauca que ya deja más de un centenar de muertos.
“Fue muy bien aprovechado por los enemigos de la paz y los que desconocen la verdad del conflicto armado en este territorio, desconociendo también la barbarie de la contraparte con más de 170 civiles asesinados por no ser afines a su política”, aseguró.
Añadió que la guerra entre las dos organizaciones armadas fue un desacierto que ha tenido como consecuencia la crisis en Arauca.
“Compañeros de las FARC y del ELN, al empezar esta guerra impuesta en enero del presente año, causó daño y dolor a nuestras filas y a la población civil. Aceptar nuestros errores requiere grandeza. Con la humildad de un campesino alzado en armas, declaro que es necesario respetar los más mínimos estándares del Derecho Internacional Humanitario en esta guerra”, afirmó.
Finalmente, solicitó a la Comisión de Paz del Senado de la República para que medie entre las dos organizaciones insurgentes y cumplan el pacto de no agresión que tienen con el ELN desde antes de que las extintas FARC abandonaran la lucha armada.
“Como propuesta de solución pedimos a la Comisión del Senado, en cabeza del senador Iván Cepeda, que se convoque a una delegación del ELN y del Estado Mayor Central de las FARC-EP para que se cumplan los acuerdos hechos en agosto del 2010 (…) Así daremos fin al derramamiento de sangre que se presenta en estas tierras. Siempre hemos dicho públicamente que el conflicto entre las dos organizaciones es una vergüenza como revolucionarios, y un irrespeto al pueblo araucano”, concluyó.
Tras conocerse esta grabación, el senador Cepeda trinó que era una oportunidad para que se pueda implementar la política de Paz del presidente Petro y se pondría en contacto con el Alto Comisionado para la Paz, Danilo Rueda.