A pesar que la mayoría de médicos le han dicho que no tiene opciones de vida más allá de un par de meses, tanto la pequeña de 8 años, como su madre, se aferran a la esperanza de un trasplante de corazón.
Desde que nació, Sami Natalia Abril Núñez lleva más de siete intervenciones, sin embargo, conserva la esperanza intacta y una sonrisa inocente de la ferviente creyente de un milagro.
Apenas tenía cuatro días de nacida la pequeña Sami cuando fue intervenida quirúrgicamente por primera vez. Un reto difícil, pero así lo había planteado el destino desde antes de nacer, cuando los médicos le diagnosticaron el síndrome de corazón izquierdo hipoplásico, una enfermedad que se desarrolla cuando la zona izquierda del órgano vital no logra su desarrollo completo, comprometiendo la válvula mitral, válvula aórtica, ventrículo izquierdo y aorta, e incluso complica que el paciente pueda vivir el mismo tiempo que una persona en condición de salud normal.
Cuando cumplió los seis meses, Sami fue sometida a una nueva cirugía y desde ahí se advertía pocas oportunidades de vida, no obstante, la lucha de su madre, María Núñez, no ha parado, y valiéndose del apoyo de muchos habitantes de Paz de Ariporo (Casanare), su tierra natal, ha llevado este proceso hasta donde su capacidad se lo ha permitido. Hoy, la pequeña ha pasado por al menos cinco cateterismos.
Conmovedor relato de una mamá que ruega por un corazón nuevo para su pequeña de 8 años.
Esta guerrerita de la vida ha…Publicada por La Reporteria en Jueves, 2 de julio de 2020
María señala que “Hace un año, en una clínica de Bogotá – que se convirtió en el segundo hogar de ellas dos casi toda la infancia de Sami- indicaron que ya no había nada qué hacer por la niña. Que ya sería esperar el momento de decir adiós”.
Por fortuna para la familia Abril Núñez, desde hace 8 meses, la Clínica Fundación Cardiovascular de Colombia en Floridablanca (Santander) donde también habían tocado las puertas, les indicaron que el procedimiento para salvarle la vida a la pequeña Sami podría hacerse a través de un trasplante, el cual esperan pacientemente en dicho centro médico.
Sami se encuentra hospitalizada y está en la lista cero de espera, lo que supone que una vez haya un donante, ella sería la primera paciente en recibirlo.
Según la madre de Sami, el tiempo es ahora el principal enemigo y aunque la fe sigue intacta, los médicos han alertado que la pequeña ha incluso superado la expectativa de vida, por lo que creen que aún en que espere el gran momento.
De la Clínica le dicen que su vida es como “una cajita de sorpresas”, porque está viva en medio de un milagro, aguardando mientras tanto. Sara Abril sigue sonriente en la Unidad de Cuidados Intensivos de la Clínica Cardiovascular Colombiana de Floridablanca, creyendo en que ese donante puede llegar con un regalo de corazón: una nueva vida.