Un millar de
tortugas de la variedad Charapa, que habían nacido en cautiverio en el
zoo-criadero Wisirare, de la gobernación de Casanare en Orocué, quedaron en
libertad de repoblar los caños y ríos de la Orinoquia colombiana, luego de
cumplir con el protocolo fitosanitario y de habilidad física para reproducirse
en su medio natural.
En una ceremonia
casi religiosa, donde participaron los estudiantes del colegio Luis Carlos
Galán, el Alcalde de Orocué y sus secretarios, representantes académicos de
Colombia y España, de la autoridad
ambiental regional, de directivos de la empresa privada que opera en esta
región, varias ONGs ambientalistas, los organismos de socorro, de la
oficialidad de la Armada República de Colombia y de la ciudadanía orocueseña,
el secretario de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, Alexis Yesid Duarte
Torres, impartió la orden de liberar a mil trescientas tortugas que habían nacido
en cautiverio en el Parque Wisirare.
El evento tuvo una
connotación especial, pues hasta hace muy poco tiempo, esta variedad era
perseguida por los habitantes ribereños a fin de aprovechar sus huevos y carne,
para integrarlos al menú alimenticio de sus familias. Fue de tal magnitud la
cacería, que la especie se declaró en peligro de extinción.
Gracias al programa
adelantado por la Gobernación de Casanare, la autoridad ambiental y las fundaciones
Chelonia de España y Palmarito de Colombia,
se logró con la ayuda de la comunidad, recolectar los huevos depositados
en las playas del río Meta, en las épocas de desove y someterlos a un proceso
de incubación hasta que nacieron un poco más de 2 mil tortugas, que una vez
cumplieron con las condiciones físicas, para asegurar la sobrevivencia en el
medio natural, fueron liberadas en las fuentes hídricas de Casanare y Vichada.
La importancia de
este evento va más allá de la liberación, es destacable el cambio de actitud de
los pobladores ribereños, pues, ahora en
las épocas de desove de la tortuga, las familias, como antes lo hicieron, salen
a buscar los nidos, recolectar los huevos y llevarlos al parque Wisirare, para
protegerlos de las decenas de depredadores que habían contribuido a su
extinción.
El gobernador de
Casanare, Marco Tulio Ruíz, se refirió al proyecto de recuperación ambiental,
anunciando que dentro de su plan de Desarrollo a Toda Marcha, se encuentran
inmersos, la financiación y ejecución de planes como el repoblamiento del
Cocodrilo del Orinoco, que se está ejecutando en Wisirare con un marcado éxito
y la evaluación de los proyectos de los módulos reticulares, que tienen la
particularidad de retener las aguas del invierno en las sabanas, con el
propósito de asegurar la sobrevivencia de las especies de la fauna y como
abrevaderos de ganados.
Es de destacar, que
en Venezuela y en Orocué, los módulos, desde hace muchos años, lograron mitigar
los efectos de las sequias prolongadas, especialmente en las épocas de vigencia
del fenómeno del niño que se repite cíclicamente cada 4 años.
Cortesía: @MiguelArangoDev