
En la I Cumbre de la Orinoquía Global realizada en Yopal el pasado jueves 18 de septiembre, la gobernadora del Meta, Rafaella Cortés, hizo un fuerte llamado al Gobierno Nacional para garantizar inversión en la vía Bogotá–Orinoquía, considerada la principal arteria de conexión de la región. La mandataria advirtió que la falta de obras amenaza la productividad, la llegada de inversionistas y el bienestar de más de dos millones de habitantes de la Orinoquía y la Amazonía.
Durante su intervención, Cortés recordó que en 2023 se hablaba de 383 mil millones de pesos para atender 16 puntos críticos, mientras que hoy se proyectan 2,6 billones para 32 tramos de alto riesgo, lo que evidencia la magnitud del deterioro vial. “Le duele a uno que una región tan productiva y tan rica, que genera tantas riquezas para el país, no tenga el acompañamiento ni el cuidado que merece frente a la inversión en esta arteria”, señaló.
La gobernadora insistió en que la vía Bogotá–Orinoquía es el corredor vital para la salida de miles de toneladas de productos agrícolas y pecuarios, que dependen de campesinos, empresarios y pequeños productores. Además, subrayó que sin esta infraestructura se pone en riesgo el desarrollo económico de siete departamentos de la Orinoquía y la Amazonía.
En el marco de la Cumbre, Cortés también se refirió al potencial inversionista de la región, destacando la llegada de empresarios de China, Brasil y distintos departamentos de Colombia, interesados en la “última frontera agrícola”. “Aquí necesitamos que vengan a invertir, a generar empleo y a cerrar brechas sociales. La riqueza está, pero la infraestructura no puede seguir siendo el freno”, sostuvo.
La mandataria del Meta reiteró que su gobierno trabaja de la mano con otros gobernadores, congresistas, gremios y campesinos para exigir al Ejecutivo una respuesta concreta frente a la conectividad. “No podemos permitir que se pierda la vía que nos conecta con el centro del país; es el futuro de toda la Orinoquía el que está en juego”, concluyó.



