
La decisión, que marca el cierre simbólico de una era, fue anunciada por la Secretaría de Educación de Yopal y se viene ejecutando desde mayo a través de un proceso técnico y social que contempla un estudio de viabilidad, reuniones con el Consejo Directivo, encuentros con docentes y padres de familia, y la proyección del cambio de nombre y rectoría.
Actualmente, la sede campestre alberga a cerca de 1.270 estudiantes en los niveles de Jardín, Transición, Primaria y Bachillerato. Sin embargo, las dificultades financieras han debilitado su capacidad de operación, afectando directamente el proyecto institucional que durante décadas convirtió al Braulio González en referente educativo del departamento.
Aunque por ahora no se prevé el cierre de servicios, la transformación genera incertidumbre entre la comunidad académica y exalumnos, quienes ven en el cambio un golpe a la memoria, el orgullo y el sentido de pertenencia de varias generaciones yopaleñas.
El reto ahora será que la nueva Institución Educativa Bosques de Sirivana logre sostener y mejorar la calidad de la enseñanza para los más de mil estudiantes que hoy ocupan sus aulas, en medio de un contexto que exige fortalecer la educación pública en Yopal.



