
Con un llamado directo y contundente, líderes comunitarios del asentamiento Mi Nueva Esperanza cuestionaron a los concejales de Yopal por criticar las mejoras que algunas familias han hecho en sus viviendas, en lugar de trabajar por la reubicación definitiva ordenada desde hace más de seis años por un fallo judicial.
Durante una intervención pública, los voceros recordaron que el fallo de tutela del 11 de noviembre de 2016 obligaba a la Alcaldía a reubicar a las familias en un plazo de 48 días. Sin embargo, 13 años después, no hay lote asignado ni proyecto estructurado para cumplir con la sentencia.
“Nos critican por echar un pisito de cemento, pero nadie se preocupa por el sistema eléctrico artesanal que puede provocar otra tragedia, o por el gas que vale más de $100 mil el cilindro. ¿Dónde están cuando no es campaña?”, afirmó el presidente.
Los voceros también denunciaron que mientras dos exalcaldes han enfrentado arrestos por desacato, la actual administración aún no ofrece una solución clara. Incluso, relataron que en el gobierno de Leonardo Puentes se había asignado un lote mediante acuerdo municipal, pero fue retirado en la siguiente administración.
“A muchos les molesta que familias humildes mejoren su rancho, pero llevamos 13 años esperando una reubicación que nunca llega. Mejorar nuestras casas es cuestión de dignidad, no de ilegalidad”, afirmó Javier.
Los líderes pidieron al Concejo Municipal y demás actores políticos dejar de mirar con desprecio los esfuerzos de los residentes por mejorar sus condiciones mínimas de vida. “En vez de criticar, deberían ayudarnos a evitar otro incendio, un muerto por electricidad o una tragedia con gas”, afirmó el presidente de Mi Nueva Esperanza.
Para muchos de los habitantes, vivir en Mi Nueva Esperanza ya no es una elección, sino una espera forzada sin respuesta.



