En un comunicado emitido a través de su misión ante la ONU, Irán ha señalado que el reciente ataque israelí, que tuvo lugar el pasado viernes, se originó aproximadamente a 70 kilómetros de la frontera con Irán. La misión iraní enfatizó que este espacio aéreo está bajo «ocupación, mando y control de Estados Unidos», lo que, según ellos, demuestra la complicidad de Washington en lo que consideran un «crimen».El ataque, que se dirigió a bases militares en las provincias de Ilam, Juzestán y Teherán, resultó en la muerte de dos soldados iraníes. A pesar de la pérdida de vidas, las autoridades militares y civiles iraníes han minimizado los daños, señalando que fueron «limitados». Este asalto fue justificado por el Ejército israelí como una respuesta a los ataques recurrentes de Irán contra el Estado de Israel en los últimos meses.Por su parte, altos funcionarios estadounidenses se apresuraron a aclarar que Washington no tuvo participación directa en el ataque. En declaraciones a la prensa, destacaron que el presidente Joe Biden ha estado involucrado en esfuerzos diplomáticos intensos para asegurar que la respuesta israelí sea proporcional, evitando objetivos que podrían exacerbar el conflicto, como instalaciones nucleares o petroleras.Durante una reciente llamada con su equipo de seguridad nacional y la vicepresidenta Kamala Harris, Biden recibió actualizaciones sobre la situación en Oriente Medio, subrayando la importancia de un enfoque medido ante la creciente tensión.Frente a estas provocaciones, el ministro de Exteriores iraní, Abás Araqchí, afirmó que «Irán no tiene límites para proteger y defender sus intereses y su integridad territorial». Esta declaración sugiere que el régimen iraní está preparado para tomar medidas decisivas en respuesta a las acciones de Israel, lo que aumenta la incertidumbre sobre la evolución del conflicto y la posibilidad de una escalada militar en la región.