El asesinato del joven Juan Diego Hurtado Orejana, quien era conocido como Tarzán, y muy apreciado por la comunidad yopaleña, le puso rostro a una serie de crímenes que han ocurrido este año, contra otros habitantes de calle o consumidores de drogas en el municipio, por lo que familiares, amigos y conocido pidieron esclarecer este hecho y que no se quede en la impunidad.
Además, el preventólogo y pastor cristiando Wilson Acosta, quien también fuera líder de la Fundación Tiempos de Restauración, clamó la atención de las autoridades, en especial de la Defensoría del Pueblo y la Personería, para que se proteja los derechos de los habitantes de calle, ‘que también son personas valiosas, pero están sometidos por esta enfermedad’ de adicción a las drogas y que al parecer están siendo blanco de grupos que se enfrentan por el control de microtráfico, que tienen unas barreras invisibles, o por un «plan de exterminio». Seis de ellos han muerto de manera violenta, aseguró.
«No puede pasar que sigan asesinando de manera tan cobarde a los habitantes de calle, desconociendo que ellos tiene derechos como cualquiera de nosotros. Juan Diego era un chico con muchos sueños, luchó con su problema, no estaba ahí porque él quería…una serie de factores de riesgo hacen que lleguen a consumir estas sustancias y a vivir en la calle. Él estuvo al menos en cinco procesos, pero recaía», expresó el pastor.
Recordó además que hace seis años lo salvaron de un intento de suicidio, que más adelante estuvo ayudando en talleres y murales artísticos de consumo de drogas. Era trabajador, creyente y no se metía en peleas ni en robos.
Ruth Hernández, de la Fundación Renacer Flor Amarillo, donde también estuvo un tiempo, también lamentó la muerte de Juan Diego: «hoy partiste al otro mundo, pero en una forma que nunca pensé que pasaría, te mataron mi niño, y no era la forma, pero nos ganó la batalla la maldita droga, que te alejó de tu entorno familiar, le doy mi más sentido pésame a su mamita y hermanitos que también, junto con mi grupo de la fundación hicimos de corazón lo que más pudimos, para sacarlo de este consumo. Te estrañaré mi niño hermoso como te decía, sé que Dios te recibirá con los brazos abiertos porque Él más que nadie sabe el infierno que tuviste que vivir aquí por culpa de la droga. Seguiremos en la lucha por seguir ayudando a estos seres que se encuentran en la oscuridad esperando una oportunidad para brillar con luz propia».
Juan Diego fue asesinado con varios disparos la madrugada del sábado 11 de julio en la carrera 17 con calle 22 de Yopal. Será velado este martes en la funeraria la paz.
Los otros asesinatos
Como Juan Diego Hurtado, otros cinco habitantes de calle han sido asesinados con arma de fuego en lo corrido del 2020, según reseña Wilson Acosta.
Uno de ellos, identificado como Maicol Baena, de 25 años, fue baleado en el sector del Pajonal el 2 de junio (vea: Un habitante de calle fue asesinado y otro resultó herido, en el parque La Iguana de Yopal). Otro de los casos sucedió en la calle 45 con 10, y un cuerpo fue encontrado en el río Cravo Sur.
Según el último censo hay por lo menos 318 habitantes de calle en el municipio, de los cuales el 99 por ciento son dependientes del bazuco. Mientras tanto aún no se avanza en el proyecto de un centro de rehabilitación en el departamento.
