
La capital casanareña amaneció conmovida por la muerte de “Conchita”, la inseparable perrita que durante años acompañó a Don Jaimito, el reconocido lotero invidente que recorre las calles de Yopal. Su partida deja un vacío profundo no solo en su dueño, sino en toda una ciudad que aprendió a quererla como símbolo de fidelidad y ternura.
Conchita no era solo un perro guía, era la compañera de vida de Don Jaimito. Siempre a su lado, bajo sol o lluvia, lo acompañó en cada paso y se convirtió en sus ojos, en su apoyo y en su fortaleza. Su nobleza, paciencia y cariño hicieron que vecinos, amigos y transeúntes la reconocieran como parte inseparable de la historia de este querido personaje yopaleño.
La noticia de su muerte generó tristeza en la comunidad. Muchos ciudadanos recordaron los momentos en que la vieron caminar por las calles junto a Don Jaimito, o cuando compartieron con ella un gesto de afecto o un trozo de comida. Hoy, esos recuerdos se convierten en homenaje a una perrita que será recordada por siempre.
“Conchita no era solo mi guía, era mi amiga, mi familia. Me parte el alma su ausencia, pero sé que algún día volveremos a caminar juntos en el cielo”, expresó Don Jaimito con profundo dolor.
El legado de Conchita permanecerá en Yopal como ejemplo de lealtad y amor incondicional, recordando a todos que el vínculo entre un ser humano y su mascota trasciende el tiempo y la distancia.



