La jornada, desarrollada durante el fin de semana, incluyó la entrega de elementos de primera necesidad para mitigar las difíciles condiciones que enfrentan comunidades apartadas por las intensas lluvias. El recorrido, que superó los 500 kilómetros, implicó sortear complicadas condiciones climáticas y logísticas para llegar hasta las zonas más afectadas.
En Bocas del Pauto, fueron atendidas 78 familias campesinas de las veredas Araguaney, Arrayanes, Caimán, Alta Gracia y el centro poblado, donde el director de Gestión del Riesgo, Guillermo Velandia, destacó el compromiso institucional: “El esfuerzo vale la pena cuando se trata de llegar a las familias damnificadas más apartadas de nuestro departamento”.
La misión también brindó apoyo a 74 núcleos familiares de Miramar de Guanapalo y Bocas de Urele, y a otras 66 familias en La Hermosa. Desde este último corregimiento, la presidenta de la Junta de Acción Comunal, Emma Villareal, expresó su gratitud: “Por acá casi nadie nos visita. Se nota el compromiso por ayudarnos en estos momentos de dificultad”.
La travesía, que incluyó la navegación por los ríos Pauto y Meta bajo intensas lluvias, no solo llevó insumos esenciales, sino también un mensaje de esperanza y respaldo a las comunidades más vulnerables del departamento, con un sello de liderazgo femenino que marcó la diferencia en esta misión.
