El reconocido comerciante luchó por su vida durante días, pero las heridas fueron irreversibles.

Yopal amaneció hoy con el corazón roto. La ciudad no solo perdió a un empresario, sino a un hombre que, con esfuerzo y dedicación, dejó huella en la comunidad. Carlos Navarrete, propietario del supermercado Súper Mío, falleció tras permanecer varios días en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Regional de la Orinoquía, donde luchó por su vida luego de ser víctima de un atentado armado.
El ataque ocurrió el pasado 16 de junio en la calle 40 con carrera 11, cuando desconocidos armados lo interceptaron y le dispararon en dos ocasiones. Desde entonces, su estado de salud se mantenía en vilo, mientras su familia, amigos y la ciudadanía entera se aferraban a la esperanza de su recuperación.
Lamentablemente, pese a los esfuerzos médicos y las oraciones de toda una ciudad, las graves heridas que sufrió resultaron irreversibles. La noticia de su muerte se propagó rápidamente y, con ella, la tristeza y la indignación se apoderaron de Yopal.
Carlos Navarrete era mucho más que un empresario. Era un hombre trabajador, un padre de familia y un referente para quienes, como él, apostaron por el progreso de Yopal a través del comercio. Su supermercado, Súper Mío, no solo generaba empleo, sino que se convirtió en símbolo de perseverancia y compromiso con la ciudad.
Hoy, las calles que tantas veces recorrió se sienten vacías. Los clientes, amigos y conocidos lo recuerdan como un hombre amable, carismático y entregado a su gente. Su ausencia deja un vacío profundo en los corazones de quienes lo conocieron.



