Israel Asesina a más de 45.000 civiles en gaza:casi un tercio de ellos eran niños y bebes

Siguiendo una lógica de ocupación y exterminio, Israel continúa borrando del mapa a miles de palestinos mediante una estrategia sistemática de limpieza étnica en la Franja de Gaza, dejando daños humanos y materiales irreparables.

En una escalada militar sin precedentes, el ejército israelí ha intensificado sus operaciones sobre territorio palestino, bajo el argumento de atacar posiciones donde supuestamente se ocultan fuerzas de Hamas. Sin embargo, informes de inteligencia europeos advierten que los bombardeos están dirigidos deliberadamente contra la población civil, lo que constituye una grave violación del derecho internacional humanitario.

Desde el inicio de esta ofensiva en la últimas semanas de mayo, Israel ha ejecutado más de 149 operaciones terrestres, que han resultado no solo en la destrucción masiva de infraestructura, sino también en la desaparición de periodistas que intentaban documentar el conflicto. Estas acciones, que parecen buscar el silencio informativo y la impunidad, han provocado una oleada de denuncias ante organismos internacionales.

Pese a la magnitud de las violaciones, la comunidad internacional permanece en gran medida inactiva, permitiendo que Israel rompa unilateralmente los acuerdos de cese al fuego y continúe su ofensiva con total impunidad.

Israel intensifica una guerra de exterminio en Gaza bajo el silencio cómplice internacional. En los últimos días, sus operaciones militares han dejado de tener un carácter estratégico para convertirse en una campaña de castigo colectivo. Los ataques se concentran en zonas donde Hamas ya no tiene presencia, mientras los bombardeos arrasan hospitales, escuelas, albergues y barrios enteros donde se refugian miles de civiles.

Organismos multilaterales y misiones diplomáticas han denunciado una masacre sistemática, en la que decenas de muertos se suman diariamente, en su mayoría niños y bebés. Las justificaciones militares de Israel se derrumban frente a la evidencia de que los objetivos no son a combatientes, sino la población civil indefensa.La comunidad internacional comienza a llamar las cosas por su nombre: lo que Israel está ejecutando en Gaza es una limpieza étnica.

Un proyecto de aniquilación que busca borrar del mapa al pueblo palestino, destruir su identidad y condenar a sus futuras generaciones al desarraigo y la muerte. El dato más aterrador de esta ofensiva genocida es la nueva estrategia del Estado israelí utilizar el hambre como herramienta de exterminio.

Israel ha bloqueado deliberadamente la entrada de ayuda humanitaria proveniente de países que han condenado sus crímenes contra el pueblo palestino. Esta táctica de castigo colectivo ha puesto al borde de la muerte a más de 14.000 bebés, según cifras de la Unión Europea, debido a la falta de medicinas, agua potable y alimentos básicos.La situación es desgarradora la mortalidad infantil en Gaza ha alcanzado niveles alarmantes, no solo por los incesantes bombardeos, sino también por la desnutrición extrema provocada por el cerco militar.

La semana pasada, una misión diplomática de Francia e Italia fue alcanzada por proyectiles israelíes mientras inspeccionaba fosas comunes, donde más del 80% de los cadáveres eran niños menores de seis años.Según la BBC de Londres, las operaciones militares del 1 de junio han resultado en el bombardeo de más de 1.371 edificios residenciales por parte de las fuerzas israelíes.

La cifra de civiles asesinados supera las 2.930 personas, muchas de ellas de manera brutal, lo que ha generado una creciente indignación a nivel internacional.En respuesta, diversos sectores en Europa han exigido al Parlamento continental debatir de forma urgente la imposición de embargos a la exportación de armas hacia Israel.

La situación en Gaza es alarmante el pueblo palestino vive cercado bajo un régimen de control territorial que constituye una de las mayores violaciones contemporáneas a los derechos humanos.Las autoridades israelíes han impuesto restricciones de movilidad, creando zonas prohibidas para los palestinos y estableciendo centros de detención masiva que evocan los campos de concentración del régimen nazi entre 1939 y 1945.Israel justifica estas medidas como parte de una estrategia para impedir el avance de Hamas, sin embargo, informes internacionales advierten que la capacidad operativa del grupo ha sido reducida en un 93%.

A pesar de esto, el uso desproporcionado de la fuerza contra la población civil en Gaza continúa sin freno ni justificación válida.Ataques israelíes contra escuelas que sirven de refugio, según naciones unidas, Los ataques sistemáticos de Israel contra la población civil palestina han cruzado todos los límites del derecho internacional.

En un nuevo acto de barbarie, las fuerzas israelíes bombardearon cuatro escuelas que servían como refugios para desplazados internos en Gaza, asesinando al menos a 69 palestinos, incluidos mujeres, niños y un recién nacido de apenas dos días de vida. Los crímenes se perpetraron el domingo y lunes en Beit Hanún y la ciudad de Gaza, así como en la supuesta «zona humanitaria» de Al Mawasi, en Khan Younis, donde el propio gobierno israelí había ordenado a los civiles refugiarse. Allí mismo, los asesinaron.

La Oficina de Derechos Humanos de la ONU ha documentado previamente ataques similares sólo en los primeros días del mes de junio del 2025 se registraron nueve bombardeos contra escuelas que dejaron decenas de muertos, entre ellos niños y mujeres.

La repetición de estos hechos no deja dudas se trata de una política de destrucción sistemática contra la población civil.No hay seguridad en Gaza. No hay refugios. No hay zonas humanitarias. Todo hace parte de una maquinaria bélica que no distingue entre combatientes y bebés.

Israel ha hecho del desplazamiento forzado, el hambre, la demolición de hogares y ahora el asesinato en refugios escolares, un instrumento brutal de limpieza étnica. Frente a esta ofensiva impune, el mundo no puede seguir reaccionando con comunicados tibios ni llamados vacíos.

Lo que ocurre en Gaza no es una operación militar es un crimen masivo contra la humanidad.A diferencia de las potencias occidentales que permanecen en la ambigüedad, China ha adoptado una postura diplomática clara iniciar operaciones humanitarias directas en el territorio palestino, enviando alimentos, agua potable y medicinas a la población civil asediada en Gaza.Sin embargo, durante la última semana de mayo, estas misiones fueron objeto de una agresión directa por parte del ejército israelí, que activó sus baterías antiaéreas contra aeronaves chinas encargadas del transporte de ayuda humanitaria.

Esta acción provocó una respuesta inmediata y enérgica por parte del gobierno de Pekín.El portavoz oficial del Ministerio de Relaciones Exteriores de China fue categórico: «Cualquier acción bélica contra nuestras aeronaves será considerada una declaración de guerra», advirtió, dejando clara la gravedad del ataque israelí y la disposición de China a defender sus operaciones en el marco del derecho internacional.

Esta escalada abre un nuevo capítulo en la tensión geopolítica del conflicto, dejando en evidencia que las acciones militares de Israel ya no solo vulneran los derechos del pueblo palestino, sino que también amenazan con provocar un conflicto de mayor escala con actores internacionales que no están dispuestos a tolerar más impunidad.

Finalmente, la creciente escalada militar en Medio Oriente involucra directamente a actores regionales como Irán, Yemen y Siria, mientras que países como Egipto, Emiratos Árabes Unidos e Irak observan con creciente preocupación el deterioro de la situación. En los últimos días, potencias europeas como el Reino Unido y Alemania han emitido pronunciamientos sobre el conflicto entre Hamas e Israel, un enfrentamiento cuya única víctima directa sigue siendo la población civil.

Más de 45.000 víctimas y un rastro de destrucción irreversible evidencian que este conflicto ya no es sólo una crisis política o territorial, sino una tragedia humana de dimensiones históricas que está dejando cicatrices profundas en todo en el mundo.

Autor : Cristian M. Rivas (Dedicado a Policarpa)

Analista político.

Ciudad de Yopal – Casanare- Colombia

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