
El departamento de Casanare enfrenta una de las crisis invernales más complejas de los últimos años. En respuesta a las múltiples emergencias registradas en las últimas horas, el gobernador César Ortiz Zorro activó de manera permanente el Comité Departamental para el Manejo de Desastres, mediante un Puesto de Mando Unificado (PMU) que funcionará sin interrupciones desde la Gobernación.
Las precipitaciones han generado desbordamientos en ríos como el Meta, Cravo Sur, Ariporo, Upía, Túa, Pauto y Casanare, provocando deslizamientos e inundaciones en varios municipios. Según los reportes preliminares, más de 1.800 familias han resultado damnificadas.
Los movimientos en masa más críticos se presentan en Aguazul, Yopal, Labranzagrande y Támara. En este último, un deslizamiento en el sector El Volcán dejó aislada la zona cafetera, pero el paso vehicular fue restablecido rápidamente gracias a la intervención con maquinaria amarilla. En Aguazul, un derrumbe destruyó 150 metros de vía terciaria y obstruyó el 80 % del cauce del río Chiquito, situación que aún es monitoreada por las autoridades.
En Labranzagrande, un sobrevuelo conjunto entre la Fuerza Aeroespacial Colombiana y Gestión del Riesgo confirmó una obstrucción parcial en el río Cravo Sur, sin represamiento, lo que permitió una reconfiguración natural del cauce. Mientras tanto, más de 50 emergencias por inundaciones han sido atendidas en zonas rurales y urbanas del departamento, siendo el caso más alarmante el del río Cravo Sur, que alcanzó un nivel histórico de 4,42 metros.
La Secretaría de Agricultura del departamento también participa activamente en la evaluación de daños en cultivos y ganado, priorizando el abastecimiento alimentario a las familias afectadas. Además, se adelanta un plan de atención humanitaria para campesinos del municipio de Pore, que será ejecutado este jueves con el despliegue de ayudas liderado por el gobernador.



