
El Gobierno de Colombia, a través de una declaración del presidente Gustavo Petro, ha impuesto el Estado de Conmoción Interior debido a la crisis que vive la región del Catatumbo, donde los enfrentamientos entre el Ejército de Liberación Nacional (ELN) y las disidencias de las FARC han generado graves alteraciones al orden público. La violencia en esta zona ha provocado más de 60 muertos y el desplazamiento de más de 11.000 personas, lo que ha puesto en riesgo la convivencia pacífica y la estabilidad de las instituciones del país.
El Estado de Conmoción Interior, contemplado en la Constitución Política de Colombia, es una medida excepcional que permite al Gobierno tomar decisiones extraordinarias para enfrentar situaciones de grave perturbación del orden público. En estos casos, el Ejecutivo puede expedir decretos con fuerza de ley, modificar la normativa vigente y restringir temporalmente ciertas garantías constitucionales, como la libertad de reunión o la inviolabilidad del domicilio, con el fin de restaurar el orden y proteger a la ciudadanía.Según el ministro de Defensa, Iván Velásquez, esta medida brindará a las Fuerzas Militares recursos adicionales para hacer frente a la situación en el Catatumbo.
Velásquez también destacó que se está evaluando la posibilidad de imponer impuestos especiales para financiar la atención a los miles de desplazados que han dejado los combates.Aunque esta figura otorga al Gobierno poderes excepcionales, existen límites establecidos en la Constitución y la jurisprudencia para evitar abusos y garantizar que no se vulneren los derechos fundamentales de los ciudadanos.



