Del padre Manuel Mancera se podrían escribir muchos libros, por el testimonio de vida que representó para la Iglesia Católica en Casanare.
Es que para el padre Mancera, no había ni horario ni fecha en el calendario como se dice popularmente, siempre que alguien lo necesitaba, ahí estaba él, con una palabra de aliento que llenaba corazones rotos y heridos.
Según feligreses, el padre Mancera se caracterizaba por tener un don, especialmente para bridar una guía espiritual a personas que padecen tristeza y depresión. Incluso él atendía a gente en su casa, sin importar el momento.
Las misas de Sanción
Fue en Morichal donde se hicieron populares las misas de sanción, en las cuales han surgido innumerables testimonios de vida que protagonizó el padre, a través de la Fe de su comunidad.
Además de Morichal, Mancera fue párroco en la iglesia Nuestra Señora del Carmen de Paz de Ariporo; en el Espíritu Santo en el barrio El Triunfo en Yopal. Sus últimas labores religiosas, las desempeño en la parroquia Santa Rita de Casia cerca del Barrio Las Américas y en el Sena como Capellán.
Por su trabajo con los feligreses, el padre Manuel Mancera recibió una condecoración de la Alcaldía de Yopal, en la administración del alcalde Luis Eduardo Castro.
AL padre Mancera lo velarán en la Funeraria Los Olivos, a partir de este lunes 16 septiembre.
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