En los últimos días, Ecopetrol sufrió graves afectaciones en sus operaciones como consecuencia de diversos atentados y bloqueos. Los oleoductos Caño Limón Coveñas y Bicentenario fueron blanco de ataques, mientras que el paro de transportadores y la toma de la planta de gas de Gibraltar por parte de la comunidad Uwa exacerbaron la crisis.
Ante la imposibilidad de evacuar los hidrocarburos, la empresa puso en marcha un plan especial de trabajo, coordinado con las autoridades, para mitigar las restricciones operativas provocadas por la alteración del orden público. No obstante, la inoperatividad de los oleoductos y las dificultades en la movilización de carrotanques con hidrocarburos y Gas Licuado de Petróleo (GLP) hicieron prever un impacto en la producción de crudo y gas en los próximos días, afectando también el suministro a las refinerías de Barrancabermeja y Cartagena.
Además, el bloqueo mantenido por la comunidad Uwa en el campo Gibraltar forzó el apagado de la planta de gas, que abastece una zona del nororiente del país. A pesar de estos desafíos, Ecopetrol se enfocó en mantener los niveles de producción y en asegurar la entrega de combustibles y productos petroquímicos, siguiendo su plan operativo para evitar un desabastecimiento mayor.