Una estela de terror se vivió en Casanare durante la primera década del año 2.000. Gracias a la Jurisdicción Especial para la Paz, se están aclarando hechos ocurridos entre enero de 2005 y diciembre de 2008, tiempo en el que perdieron la vida 303 personas en estado de indefensión.
Para esa época el valor de la vida se degradó tanto, que premiaban a los militares que se convirtieron en verdaderas maquinas asesinas, que como decía un alto oficial, daban resultados al superar metas definidas en litros o barriles de sangre.
Fueron varios los testimonios que se escucharon tanto de víctimas como de comparecientes, para tratar de entender como se creó una de las más sofisticadas empresas criminales que surgieron en el Ejército Nacional y que tuvieron un amplío capítulo en Casanare, al relacionar incluso, como uno de los mayores responsables, al general Henry William Torres Escalante, ex comandante de la Brigada XVI.
Según se pudo determinar durante la audiencia de Reconocimiento de Verdad del Subcaso Casanare – Caso 03, las ordenes provenían del alto mando y en palabras del mayor (r) Gustavo Soto Bracamonte, comandante del Gaula Militar Casanare para el momento de los hechos, hubo presiones incluso del mismísimo general Mario Montoya ex comandante del Ejército Nacional.
Aunque algunos militares se negaron a hacer parte de los mal llamados falsos positivos o muertes extrajudiciales, estos eran ridiculizados ante la tropa; amenazados con traslados o el relevo del cargo.
Muy pocos fueron los uniformados que se atrevieron a decir NO.
Algunos militares coincidieron en que la corta edad, no les permitió tener el valor de decir NO y parar la empresa criminal que se financiaba con los recursos de los impuestos de los colombianos y claramente de los casanareños.
Los Premios
Comidas especiales, visitas al club militar, viajes, felicitaciones, cursos en el exterior y ascensos, fueron la contrapartida a los crueles asesinatos y desapariciones forzadas que hicieron pasar militares de la Brigada XVI como bajas en combate.
Niños quedaron sin sus padres; esposas que debieron asumir el papel de papá y mamá; padres murieron pensando que sus hijos eran criminales y una estela de terror y miedo, vivieron las víctimas, por la persecución a la que fueron sometidas varias familias, tras el asesinato o la desaparición forzada de sus seres queridos.
Contrario a lo que decía la misión del glorioso Ejército Nacional, al departamento llegaron jóvenes promesa de las Fuerza Militares que rápidamente cambiaron el rumbo de sus vidas, por presiones del alto mando, uno de los señalados, es el general Mario Montoya, entonces comandante del Ejército Nacional; el ex comandante de la División coronel Guillermo Quiñonez y el comandante de la Brigada XVI, entonces coronel Henry William Torres Escalante.
Este martes continuará la jornada y uno de los testimonios más esperados, es el del general Henry William Torres Escalante, el primer oficial de mayor rango en la historia del país, en acogerse a la JEP y aceptar su participación en los falsos positivos.