Guillermo Velandia: El llanero que le puso el pecho a las emergencias de Colombia

El Director para la Reducción del Riesgo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres -UNGRD-, Guillermo Velandia, afirmó que las diferentes facetas y roles que ha tenido que vivir durante su existencia ha permitido ratificar que la mejor recompensa que se puede obtener luego de apoyar con diferentes acciones a las comunidades que afrontan algún tipo de emergencia, es saber que se logró reducir  la vulnerabilidad de su familia  y garantizar su  bienestar.

¿Quién es Guillermo Velandia?

Velandia, casanareño de pura sepa, criollo de los  criollos, amante  de su llano y sus faenas, amigo de apoyar al que lo requiera  y   responsable de sus compromisos profesionales  hacen que sea un hombre querido, respetado  y reconocido aunque le gusta pasar desapercibido, no sucede igual con los resultados de los proyectos  que ejecuta porque se siente bien que brille la entidad que representa por su s acciones en favor de la población vulnerable.

Es un hombre con un poco de todo. En su Casanare natal bien puede andar con la “pata al barro volteando por la cabeza a una res para marcarla”, o en Bogotá -su sede obligada de trabajo-, portando un vestido sastre de la mejor marca con la mente clara de cumplir con la agenda, para lo cual lidera los procesos con su equipo  en la capital de la república o cualquier día y ciudad de Colombia inspeccionando las obras por las que debe responder o dialogando con la ciudadanía sobre alguna solicitud que busque mitigar el riesgo.

Velandia, ha conformado un grupo de casanareños que desde el Orden Nacional coordinan la atención de emergencias en todo el país

Los logros y reconocimientos que se han obtenido han sido gracias a que 20 casanareños altamente calificados y liderados por el Ingeniero Guillermo Velandia, Director de Reducción del Riesgo de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres han hecho patria en el país porque la ejecución de 300 proyectos en 29 departamentos, que han beneficiado a seis millones de colombianos han dejado huella por los resultados.

El cargo de este casanareño es la cuña entre la anticipación y la atención del desastre. Son tres las subdirecciones en la UNGRD; la de Gestión del conocimiento con la que se procura reordenar el territorio, la de manejo de desastres o atención propiamente dicha, y la de gestión del riesgo y los desastres, la de Velandia, desde donde se actúa en la intervención física o de infraestructura para evitar la ocurrencia de siniestros.

Desde allí, dirige obras de envergadura valoradas en cuatro billones de pesos, pero él prefiere verles otro valor diferente: la tranquilidad que da a los ciudadanos afectados o en riesgo de que van a estar más seguros.

Como buen llanero, cumple con su palabra

Quien lo aborda por primera vez, podría construir la imagen de una persona tímida en exceso, retraído en las meticulosas notas de la agenda de trabajo. Sin embargo, sorprende que argumente que gran parte del éxito de su gestión radique en dialogar con las comunidades.

“A veces la gente solo quiere que la escuchen, pero sinceramente, que su historia y la de su comunidad son importantes. En todos los proyectos había resistencia de una parte de la ciudadanía o veedores, ya que se sentían defraudados. Lo primero que hago en todos los escenarios es permitir que hablen, tomar atenta nota e incorporar sus inquietudes al desarrollo de las obras. Y sorpréndanse, ahora tenemos aliados por doquier” asegura Velandia, quien recuerda que dos veedores viajaron por su cuenta y riesgo hasta Bogotá, solo para agradecer la intervención de su entidad en las obras que necesitaban.

Y advierte que el diálogo debe ser acompañado de acciones. De esa manera, logró agilizar los tiempos de respuesta en los proyectos. Mientras se adelantaba con alcaldes y gobernadores el cruce de correspondencia protocolaria y lenta -por la burocracia comunicativa-, iban adelantando la entrega real de documentos en tiempos más abreviados para poder lograr la aprobación de esos proyectos.

Un criollito de la raíz al cogollo

Así como ha viajado por el mundo y se ha preparado, este ingeniero civil de la universidad de La Salle y especialista en Sistemas Hídricos Urbanos de Los Andes, creció con el barbuquejo del sombrero puesto, entre corrales de las sabanas inundables del llano.

“Yo me siento llanero de la raíz al cogollo, está en mis genes” dice con el acento propio de quien descansa la lengua entre los dientes.

“Mi padre toda la vida se ha esforzado por hacer empresa, tiene una importante ganadería y cultivos de palma en la misma finca, en tierras de Orocué. Durante diez años, siendo casi un niño, yo era el que hacía las faenas con 30 vaqueros, levantándonos a las cuatro de la mañana, ensillando los caballos y recogiendo el ganado. Solo cuando volvíamos con el primer lote, a las 11 de la mañana, desayunábamos porque así es la costumbre” recuerda.

Y sigue en la misma línea: “Acá en Bogotá me pongo el ‘outfit’ del día, como le dicen al vestir, pero en Casanare me pongo el sombrero, muchas veces descalzo, otras veces con botas, y hago el trabajo de llano.  Incluso practico el coleo, aunque he disminuido por las múltiples ocupaciones”.

Con emoción casi infantil recuerda: “Crecí entre Orocué y Yopal. En la capital de Casanare recorrí sus calles, viví en los barrios La Pradera, Alcaraván y Los Helechos. Estudié la primaria y hasta el grado 9 en el colegio Juan Pablo II, hoy Antonio Nariño.

Inversión Histórica en Casanare

En Casanare la UNGRD, lleva a cabo la ejecución de 12 proyectos, en nueve municipios, por alrededor de $200 mil millones de pesos, con soluciones de mitigación y reducción del riesgo en las comunidades vulnerables que estaban presentado afectaciones por inundaciones y erosiones.

En Maní, Orocué, Paz de Ariporo, San Luis de Palenque, Pore, Recetor, Sabanalarga, Villanueva y Yopal, se llevan a cabo obras de control de inundaciones, erosión, contención y estabilización.

“Por primera vez, Casanare tuvo una magnífica oportunidad que la pudimos aprovechar, gestionando y trabajando en equipo con los alcaldes, en un sentimiento común, ayudarle a la gente, con resultados favorables. Ahora los habitantes de estas localidades van a dormir más tranquilos, sin el temor de que los ríos afecten su entorno”, explica Guillermo Velandia.

Obras de impacto

En el municipio de Villanueva la UNGRD invierte $36.955 millones, en dos proyectos; la construcción de obras de protección en la margen izquierda del rio Upía, sobre la Marginal del Llano en la vereda Caracolí, y la construcción de obras de protección sobre la margen izquierda del río Upía sectores Caracolí y el Horquetón, aguas arriba del puente sobre la Marginal del Llano y 22 km aguas abajo.

En Yopal, con el convenio para la realización de las obras de control estructural para la estabilización y protección de la margen derecha del río Cravo Sur, en el sector del parque de La Iguana y en el sector urbano de la calle 8 hasta la urbanización El Paraíso, con una inversión de más de $40 mil millones, se espera beneficiar a cerca de 100 mil personas, con un pedraplén de 1580 mts, en la margen derecha y protección con geo contenedores del k1+740 al k2+120.

En esta obra, en la cual la UNGRD invierte $35.640 millones, se evidencia un leve retraso con respecto a la programación, debido a los múltiples tropiezos que tuvo para su inicio. El liderazgo de Guillermo Velandia fue clave, ya que se apersonó del proyecto y acogió tanto los ccuestionamientos, como las observaciones de las veedurías, comunidades y medios de comunicación, realizando reuniones periódicas, junto con la Gobernación y Corporinoquia, en donde se disiparon dudas, se hizo claridad y se entregó información de primera mano sobre los alcances de la obra, que deberá entregarse a mediados de junio de 2023.

A su vez Sabanalarga recibió acompañamiento de la UNGRD por $32.539 millones, para tres proyectos; la construcción de obras de mitigación y protección de la Planta de Tratamiento de Agua Potable, la construcción de obras, entre el puente El Secreto y el sector que lleva su mismo nombre, para mitigar el riesgo por inundación y socavación en la margen izquierda del río Upía, y la construcción de un dique sobre la margen izquierda del rio Upía y Lengupa, de altura promedio de 4m. con una intervención aproximada de 1760 ml. también en el centro poblado El Secreto.

En Pore, con una inversión de $ 20.433 millones, se adelanta la    construcción de obras de protección en puntos críticos de la margen izquierda del río Pauto, veredas San isidro y Matalarga.

En Maní, se adelantará la construcción de un dique en la margen izquierda del río Cusiana, entre el puente Canoero y la desembocadura del río Unete y la construcción de geotubos en el sector de Hanta Helena del Cusiva al margen del río Cusiana, con una inversión de $19.426 millones.

En San Luis de Palenque, se tiene previsto la construcción de obras de mitigación y protección fluvial sobre la margen derecha del río Pauto en el barrio Guasimal y la vereda Macuco, con una inversión de $10.202 millones.

En Paz de Ariporo, con una inversión de $9.782 millones se ejecutan trabajos para mitigar el riesgo por inundación mediante la adecuación hidráulica y construcción de obras de protección en la margen derecha del río Ariporo, en el sector de la vereda Sabaneta.

En Orocué se lleva a cabo la construcción de obras de protección sobre la rivera del río Meta en el casco urbano, con una inversión de $ 9.499 millones de pesos.

En Recetor, mediante convenio con el Municipio, y con una inversión de $8.768 se adelantarán obras de mitigación de riesgo asociados a fenómenos de desbordamiento y socavación en el río Recetoreño, el caño Lava Patas y la quebrada Aguabuena.

“Me siento satisfecho ya que llegamos con realidades, no con promesas, para que la gente vuelva a creer en las instituciones, logrando además la reactivación económica en los municipios, con la ejecución de estos proyectos”, concluye Guillermo Velandia, y reitera que está, listo y preparado para lo que venga.

Proyectos de la Nación en las regiones

Los antecedentes que ha tenido el país en materia de desastres conllevaron a que el Gobierno Nacional haya fortalecido sus entidades y organismos para la atención de emergencias tanto para la prevención como para actuar en momentos de calamidad.

La Unidad Nacional de Gestión del Riesgo ha logrado transformarse y convertirse en una de las Instituciones de mayor reconocimiento, por la respuesta que ha dado a las diferentes solicitudes de gobernadores, alcaldes y comunidad, por situaciones generadas por fenómenos naturales, especialmente.

Seis millones de colombianos han sido beneficiados con los distintos proyectos que se han desarrollado en esta Institución, a través de la Dirección de Reducción de Riesgo, que lidera el casanareño Guillermo Velandia.

Cuatro billones, 300 obras, 29 departamentos

A la fecha, en el cuatrienio del actual gobierno Nacional, se vienen ejecutando cerca de 300 obras en 29 departamentos con una inversión de Cuatro billones de pesos, recursos que no tienen referente histórico y que ratifica la importancia que se le ha dado a un tema fundamental para el país como la prevención y mitigación.

El Director de Reducción de Riesgos fue enfático en señalar que cada gobernante que presentaba su iniciativa, se le apoyaba, se le prestaba la asesoría para la aprobación de la misma y que claramente se vieron reflejados en la autorización de obras con su respectiva orden presupuestal como ocurrió con Santander que obtuvo 49 iniciativas siendo el departamento con mayor número de obras viabilizadas con recursos, le sigue Norte de Santander con 31, Magdalena con 26, Córdoba 17, Atlántico 13 y Casanare con 12.

“Estamos dejándole a Colombia proyectos que mitigan y reducen el riesgo, pero lo mejor de todo es que un número importante de conciudadanos de distintas regiones van a poder vivir más tranquilos, dormir sin contratiempos y no van a seguir padeciendo las dificultades por algún tipo de emergencia. Por ello, tenemos ahora comunidades felices, que agradecen el trabajo que se ha realizado a través de la Entidad”, manifestó el Ingeniero Guillermo Velandia.

El Director de Reducción del Riesgo de la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo precisó que, en Girón, Santander, se logró que se aprobaran 20 obras con impacto para su desarrollo, porque se mitigó la problemática de las inundaciones.

Otro de los proyectos interesantes es el relacionado con el proyecto para amortiguar la erosión en la zona costera de Cartagena, donde se requirió no solo de alta tecnología en ingeniería sino de sapiencia y entendimiento con la población (pescadores, comerciantes, operadores turísticos), que veía este proceso de conflictividad por las afectaciones económicas.

Tiene dentro de sus bondades el que se ampliará el tamaño de las playas que pasarán de 15 a 80 metros en una longitud de dos kilómetros en el sector de Bocagrande de la ciudad amurallada, para el disfrute de los turistas y el aprovechamiento de los tienen su sustento con las distintas actividades y los establecimientos apostados en esa zona.

El Ingeniero Guillermo Velandia aseguró que el éxito y los excelentes resultados en la Institución obedecen a que lo concertado y los compromisos adquiridos con los gobernadores, alcaldes y comunidad, se cumplieron a cabalidad permitiendo ratificar que mientras haya voluntad y se respeten los acuerdos saldrá ganando la región, el país y sus comunidades.

La pandemia de Covid 19 en Colombia cuyo primer caso se registró en marzo de 2020 tuvo un capítulo especial para la Unidad Nacional de Gestión del Riesgo, porque asumió una de las responsabilidades más difíciles debido a que se luchaba contra un enemigo invisible, que tocó enfrentar con todas las capacidades, además del manejo en la entrega de mercados en todo el país, la distribución de las vacunas y la toma de decisiones logísticas que dispuso el Ministerio de Salud y la Protección Social, a través de las resoluciones, circulares y decretos que expidió el ejecutivo, para garantizar el bienestar de los ciudadanos.

“Fue una experiencia enriquecedora porque se adoptaron acciones pensando única y exclusivamente en salvar las vidas de los colombianos. Estuvimos sentados en la Sala de Crisis con el jefe del Estado, sus ministros, comandantes de las Fuerzas Armadas y de los Organismos de Socorro, estudiando y analizando medidas, para mitigar los efectos del virus, y que podemos decir en la actualidad que se adoptaron las precisas”, puntualizó Velandia.

Reconocimientos

Hoy, su oficina en Bogotá parece un consulado de Casanare. Sobre su mobiliario exhibe todos los reconocimientos que instancias departamentales y municipales le han hecho. La Medalla Ramón Nonato Pérez de la Gobernación de Casanare allí, las de las alcaldías de Pore, Sabanalarga, Villanueva y otras más acá, rebosan un anaquel que mandó a instalar.

Y las que tal vez más le gustan, las que porta en su chaleco de la UNDGR por donde va.

“Un día legué a la oficina donde las había puesto y me dije: las voy a portar en el chaleco que nos ponemos cuando vamos a territorio para portar con orgullo las banderas de mi Casanare. Es un placer cuando me preguntan, me gusta para poderles decirles qué es Casanare, que existe, que es una tierra de gente buena, trabajadora”.

Sí, eso me hace feliz, enfatiza con una sonrisa”.

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2 comentarios

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