No han transcurrido tres meses, desde que el INVIAS invirtió más de $17 mil millones de pesos para realizar las obras que permitieran reabrir el paso hacia Sogamoso, luego de un deslizamiento que dejó bloqueado el paso por cerca de cuatro meses. Lo curioso es que se dijo que esta obra garantizaría el paso normal de vehículos mientras se plantea una solución definitiva, pero con el primer aguacero del año, la vía cedió y nuevamente se encuentra cerrado este tramo.
Los contratistas e interventores a los que el Instituto Nacional de Vías (Invías) encargó la solución al problema de la remoción en masa del sector La Granja, en la carretera del Cusiana, entre Sogamoso y Aguazul, presentaron como estrategia la instalación de 480 micropilotes para estabilizar ese punto, en el que el pasado 31 de octubre se deslizaron más de 300.000 metros cúbicos de material.
Sin embargo, el plan de los especialistas no resultó y ayer colapsó el área donde se instalaron los micropilotes, lo que obligó a cerrar nuevamente la transversal del Cusiana porque hay amenaza de que se presente pérdida de la banca de la carretera.
“Estos micropilotes, 480 que se estaban instalando, se supone que iban a estabilizar ese punto”, afirmó el director de la territorial Casanare del Invías, Arcenio Sandoval, quien manifestó que el Instituto Nacional de Vías contrata a esa gente especializada que se supone es del más alto nivel que hay en Colombia.
