
Grandes propósitos y el conflicto que vive el país por cuenta de los grupos armados al margen de la ley, fueron las variables que encaminaron el trabajo de la Fuerza Aérea en el 2020.
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Adicionalmente, llegó la pandemia que cambió completamente los hábitos regulares de los seres humanos, el más fuerte, sin lugar a duda fue el distanciamiento obligatorio que separó familias, cerró fronteras y mantuvo durante meses a las personas encerradas en sus casas.
¿Qué pasó en la Fuerza Aérea?
En la ‘Casa de los Centauros del Aire’, como es conocido el Grupo Aéreo del Casanare, nada de esto fue ajeno y, aunque se implementaron medidas como el teletrabajo para continuar las labores diarias, habían trabajos específicos que necesitaban de la mano de obra como el personal de mantenimiento de las aeronaves que tuvieron que dormir en los hangares para que la operación continuara, o civiles que se acomodaron a vivir como militares para seguir brindando el bienestar a todo el personal de la Base que seguía trabajando, porque nunca se pararon los vuelos, siempre hubo una aeronave en el cielo llegando a las poblaciones más apartadas de los llanos orientales.
Los centauros del aire despegaron como lo hacen todos los aviones, con el viento en contra, pero esta vez más alto, por el compromiso con todos los llaneros que necesitan a su Fuerza Aérea, que se ve reflejado en alrededor de 3.600 horas de vuelo empleadas en aeronaves tripuladas y remotamente tripuladas, realizando misiones de transporte de personal y carga, evacuaciones y traslados aeromédicos, vigilancia y reconocimiento, jornadas de apoyo al desarrollo.
El distanciamiento no solo alejó a familiares y amigos, también dificultó que su Fuerza Aérea Colombiana tuviera la acostumbrada cercanía con la comunidad, pero esto no impidió que a través de los ojos, con tapabocas y un saludo diferente llegarán a los lugares más apartados a llevar ayudas humanitarias y con medidas de bioseguridad ayudar a quienes más lo necesitan, realizando un total de 244 actividades en pro de las comunidades y beneficiando a más de 11000 personas en los departamentos de Arauca y Casanare.
Salvando Vidas
Este es el momento para recordar el oportuno transporte humanitario que se realizó en julio, el cual se denominó ‘Operación Vida’, en el que se pudieron rescatar a dos bebés indígenas con alto grado de desnutrición, quienes pertenecen al resguardo indígena de Caño Mochuelo, que es tal vez, una de las comunidades más apartadas del territorio casanareño hacia Yopal, donde fueron tratadas por especialistas para ser salvadas sus vidas.
Fueron muchos los momentos y actividades en las que reinventándose e ingeniando diferentes formas, la Institución Aérea continuó dibujando alegría, así fuera a través de los ojos, ya que las mascarillas nos cubren la sonrisa, pero no la felicidad que siente su Fuerza Aérea de servir a los colombianos y poder ayudarlos diciendo ¡Así se va a las Estrellas!