Estudios realizados en Europa, Asia, Norteamérica y América Latina, avalan el uso de N-Acetilcisteína como un complemento efectivo tanto en la prevención como en el tratamiento del Covid-19. Las propiedades de esta molécula han demostrado una gran eficacia como coadyuvante en el tratamiento de bronquitis aguda y crónica, fibrosis pulmonar idiopática y enfermedad pulmonar obstructiva, una de las mayores complicaciones que trae consigo el nuevo coronavirus.
No en vano, la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo, incluye en el Acta Colombiana de Cuidado Intensivo volumen 20/ Suplemento 1, de diciembre de 2020, la siguiente recomendación: “Basados en evidencia indirecta para el manejo del SDRA y resultados observaciones en COVID-19, se podría utilizar N-acetilcisteína a dosis de 200 mg/kg/día durante los primeros cinco días del SDRA.
Aunque no se ha demostrado impacto en la mortalidad, su utilización parece relacionarse con una disminución significativa en la estancia en la unidad de cuidados intensivos y con disminución de los marcadores inflamatorios en pacientes con COVID-19”.
De acuerdo con la publicación “la severidad de la infección en COVID-19 depende en gran parte de la respuesta inmunológica de cada persona; sin embargo, se encuentran 3 mecanismos fisiopatológicos de relevancia:
Sobreproducción de moco en vía aérea superior e inferior, que en parte explica la dificultad en la mecánica ventilatoria y los retos de ventilación en estos pacientes; la descarga desmedida de citocinas proinflamatorias que se asocian a la falla multiorgánica, y la coagulopatía asociada a la disfunción endotelial. Estos mecanismos fisiopatológicos son comunes en el SDRA, incluido los casos asociados a Covid -19”.
El acta concluye que “la N-acetilcisteína (NAC) puede impactar positivamente en la fisiopatología de esta infección viral. En primera instancia es ampliamente conocido su efecto mucolítico, rompiendo los enlaces mucoprotéicos, permitiendo fluidificación del moco, disminuyendo la probabilidad de los tapones de moco y ayudando a mejorar la ventilación del paciente. Se le ha atribuido un efecto antioxidante, disminuyendo el estrés oxidativo y la liberación excesiva de citocinas proinflamatorias. También se ha documentado el efecto antitrombótico, con un impacto directo en el factor de von Willebrand, disminuyendo la agregación plaquetaria y la formación de trombos arteriales, todos estos efectos podrían modular los eventos patológicos de las distintas fases de COVID-19 e incluso en la descrita tormenta de citoquinas”.
Otro de los aspectos que resalta la publicación es la seguridad de la molécula. “Una de las revisiones reportó que en ninguno de los estudios analizados se presentaron eventos adversos. No se encontraron resultados para los desenlaces de infección, sobreinfección, ni uso y tipo de antibiótico utilizado. En el análisis se encontró una reducción estadísticamente sig- nificativa de los días de estancia en UCI de los pacientes que recibieron tratamiento con N-acetilcisteína intravenosa con dosis entre 150 y 200mg/kg/día durante los primeros cinco días del SDRA, en comparación con los pacientes que recibieron placebo o manejo usual”.
La eficacia de la N-Acetilcisteína es avalada así mismo, por evidencia científica consignada en un centenar de artículos de conocimiento público. Para citar tan solo algunos ejemplos, el 4 de abril, ELSEVIER – Science Direct, publica el artículo del Dr. Assimakopoulos de la Escuela de Medicina de la Universidad de Patras en Grecia, titulado “N Acetilcisteína puede prevenir la tormenta de citoquinas asociada a COVID-19 y el síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA)”.
El 24 de Julio, los doctores Silvio De Flora, Sebastiano La Maestra y Roumen Balansky, de la Universidad de Genoa – Italia y el Centro Nacional de Oncología en Sofia – Bulgaria, publican en The Faseb Journal, el artículo titulado “Razones para el uso de N-acetilcisteína tanto en la prevención como en la terapia adyuvante de COVID-19”, mientras que el el Journal of Personalized Medicine, del grupo de investigadores de Rotterdam, Holanda, publican el 5 de agosto del 2020, el estudio “Estrategias Terapéuticas Adyuvantes Postuladas para COVID-19” en donde establecen, como la N – Acetilcisteína reduce la inmunosupresión, dado que ayuda a prevenir y controlar las infecciones por el ARN viral del Covid 19, además de ejercer un efecto antiinflamatorio y antioxidante, que sustenta el uso de la molécula en los diferentes escenarios de la infección desde la prevención, hasta el paciente críticamente enfermo.
La N-Acetilcisteína hace parte del listado de medicamentos priorizado para uso en pacientes que cursan con Covid 19, que consolida la revisión realizada en trabajo conjunto del Fondo Nacional de Estupefacientes, la Dirección de Medicamentos y Tecnologías del Ministerio de Salud y Protección Social y las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre los medicamentos esenciales para el manejo de pacientes con sospecha o diagnóstico confirmado de COVID-19. Este listado incluye a su vez, las recomendaciones de la Sociedad Colombiana de Anestesiología y Reanimación (SCARE) y la Asociación Colombiana de Medicina Crítica y Cuidado Intensivo (AMCI), para un seguimiento intensificado que permita afrontar la emergencia sanitaria actual en el país.