Desesperados se encuentran los conductores de buses intermunicipales que cubren la ruta entre Yopal y Támara, pues aunque en los demás municipios se ha normalizado el transporte tras la cuarentena por Covid-19, en el pueblo cafetero aún existen restricciones muy estrictas que los tienen trabajando a pérdidas.
Según Rubén Garavito, conductor de Coocatrans, el alcalde de Támara insiste en impedir que entren hasta el casco urbano y sólo los dejan llegar hasta la manga de coleo, por lo que los pasajeros han disminuido en un un enorme porcentaje; pues tienen que caminar kilómetros incluso con cargas por lo que prefieren transporte informal.
Agrega que en cambio a todo tipo de vehículos particulares sí los dejan ingresar al pueblo, situación que los tiene muy perjudicados, pues tienen que sacar de su bolsillo para pagar combustible y otros gastos que implica el viaje.
Igualmente, Jaime Rico, conductor de Flota Sugamuxi, dijo que sus compañeros le han reportado pérdidas por esa dificultad en la ruta a Támara, cuando sus empresas cumplen con la desinfección y demás protocolos de bioseguridad, contrario a los transportadores piratas que sí están ingresando al pueblo. Por eso pidió al alcalde que se ponga la mano en el corazón y les permita trabajar.