«4 años de un engaño»

Por: David Malpica -Estudiante de Administración Pública

Hace cuatro años  Colombia se enfrentaba a una de sus decisiones más importantes en la historia reciente, o la más importante después de la séptima papeleta que dio origen a lo que hoy conocemos como la Constitución Política de Colombia de 1991. Era el año 2016 se avecinaban las votaciones del plebiscito por la paz convocado por el gobierno del ex presidente Juan Manuel Santos para el 2 de octubre de ese año, había gran hermetismo pues el país se encontraba sumamente dividido entre quienes apoyaban el acuerdo y quienes lo rechazaban.

El proceso de paz inició el 4 de septiembre de 2012 y finalmente después de varios años de serios tropiezos y dificultades que pusieron en riesgo la continuidad el proceso, el 24 de agosto de 2016 los miembros del equipo negociador y el gobierno confirmaron a la opinión publica el cierre de las etapa de negociación, además se anunció por parte del presidente Santos que la ceremonia de firma de los acuerdos se realizaría en Cartagena el 26 de septiembre del mismo año y para el 2 de octubre  la celebración del plebiscito en el que los colombianos decidirían sobre la suerte del acuerdo.

Para quienes aún no se han leído el acuerdo sólo les puedo decir que su contenido es lo que debía hacerse desde hace 100 años para potenciar y aprovechar las capacidades del país; pero bueno, no se hizo. ¿Qué más da? seguimos con un atraso de décadas en materia industrial, científica, tecnológica entre otras pero en algunas regiones del país el atraso es de centenas de años.

Aprovecho a corregir a quienes afirman que Colombia es un país rico… ¡No lo es! Somos un país pobre de pobres donde los ricos no son ni siquiera el 10% de la población, unos pocos acaparan la poca riqueza del país, riqueza que pobres y acomodados como quienes leen esta columna y quien la escribe les entregamos de piernas abiertas. Colombia solo es rica en su biodiversidad, subsuelo y la capacidad de su gente… pero pasando esta aclaración me permito comentarles que el acuerdo tenía  6 puntos básicos:

  1. Política de desarrollo agrario integral este punto busca la disminución en un 50% de la pobreza en el campo en un plazo de 10 años y el cierre de la brecha entre campo y ciudad, un fondo de tierras para los campesinos sin tierra, la formalización de la propiedad, la actualización del catastro rural, construir vías terciarias, distritos de riego y drenaje, electrificación, acceso al agua potable constante y conexión a Internet y asistencia técnica y tecnológica para el campo.
  2. Participación Política se acordó que de 2018 a 2026 existirán 16 circunscripciones especiales para la paz, una representación mínima del nuevo partido de las Farc en el congreso (5 senadores y 5 representantes a la cámara) adicionalmente la financiación para su y promoción de plataformas políticas, no podemos dejar pasar por alto las garantías y seguridad para el ejercicio político y de la oposición.
  3. Fin de conflicto, las Farc se comprometen a dejar las armas y entregarlas en un plazo máximo de 180 días, Naciones Unidas recibirá el armamento, los guerrilleros iniciaran su proceso de reinserción civil en 23 zonas verdales transitorias que serán vigiladas por la ONU y el fuerza pública.
  4. Solución al problema de drogas, acá el gobierno se compromete a intensificar su lucha contra la propagación del cultivos ilícitos, mediante un mecanismo de sustitución voluntaria manual y para ello se creara “Programa Nacional Integral de Sustitución de Cultivos de Uso Ilícito y Desarrollo Alternativo” las farc se compromete a cesar su participación de los cultivos y a cooperar en la erradicación y con la información que sea necesaria. También se plantea la creación de Programa Nacional de Intervención Integral frente al Consumo de Drogas Ilícitas para tratar el problema con enfoque de salud pública.
  5. Acuerdo sobre las Víctimas del Conflicto, este busca la reparación de las víctimas por medio del esclarecimiento de la verdad y alguna compensación económica, para estos fines se crea el Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición”, incluyendo la Jurisdicción Especial para la Paz; y Compromiso sobre Derechos Humanos.
  6. Implementación, verificación y refrendación esta crea la “Comisión de Implementación, Seguimiento y Verificación del Acuerdo Final de Paz y de Resolución de Diferencias” Los objetivos de la Comisión serán la resolución de diferencias; seguimiento a los componentes del Acuerdo y verificar su cumplimiento; impulso y seguimiento a la implementación legislativa de los acuerdos; informes de seguimiento a la implementación; recibir insumos de instancias encargadas de implementación.

Pero la mayoría de la gente no leyó, ni interpretó los acuerdos; aunque la mayoría de quienes se oponían al acuerdo decían que sí, para no pasar por ignorantes, mensos o flojos que solo repetían como cacatúas lo que decía un caudillo político o los vecinos y familiares fanáticos.

Quedaron engañados los del No al plebiscito y muchos morirán engañados; bien sea por rencorosos que aún se mantienen en la tónica del ‘’ojo por ojo, diente por diente’’ una práctica que no lleva a nada más que a un círculo vicioso de violencia.

Así es como durante 200 años nos hemos matado entre hermanos, por bobos y borregos, los colombianos tenemos una genética violenta desde tiempos ancestrales tal vez será eso lo que nos impide llegar a una reconciliación y falta mucho para eso, máxime cuando no conocemos nuestra historia y la repetimos día a día.

 

Aquel 2 de octubre de 2016 fue un día azotado por el mal clima en las regiones con mayor potencial electoral, un huracán que a su paso por el caribe provoco lluvia e inundaciones en la zona costera impidiendo una nutrida participación de los votantes en aquellas zonas donde el Si llevaba la delantera en intención de voto, así transcurrieron las jornadas a la que acudieron 13 066 047 de votantes  de 34 899 945 de inscritos. Los resultados quedaron por poquito en un empate: por el  Si 6 377 464 – 49,79% y por el  No 6 431 372 – 50,21%… el No gano por casi 54.000 votos.

A mi juicio el NO gano jugando sucio, acudiendo a la vieja táctica de apelar a la ignorancia de las personas, jugando con sus temores políticos y aprovechando que acá en Colombia las verdes se construyen no investigando, no leyendo, no analizando sino por lo que dijo el vecino que repetiría mi amigo, mi primo y repite y repite: así son las verdades en Colombia en muchos cosas mentiras que dichas muchas veces se convierten en malas verdades logrando calar el imaginario de muchos.

«Estábamos buscando que la gente saliera a votar verraca», dijo Juan Carlos Vélez, gerente de la campaña del No del Centro Democrático en una entrevista al diario la republica el 6 de octubre de 2016, Vélez manifestó que contrataron asesores de Brasil y Panamá para que les ayudaran a desprestigiar el acuerdo y lograr que ganara el No, la recomendación fue dejar de explicar los acuerdos y centrar un mensaje de indignación fácil de replicar «En emisoras de estratos medios y altos nos basamos en la no impunidad, la elegibilidad y la reforma tributaria, mientras en las emisoras de estratos bajos nos enfocamos en subsidios. En cuanto al segmento en cada región utilizamos sus respectivos acentos.  En la Costa individualizamos el mensaje de que nos íbamos a convertir en Venezuela. Y aquí el No ganó sin pagar un peso. En ocho municipios del Cauca pasamos propaganda  por radio la noche del sábado centrada en víctimas» afirmó el gerente de la campaña del No, adicionalmente dio a conocer que esta  costó 1300 millones y fue apoyada por grandes empresas del país.

En pocas palabras le vieron la cara de… a muchos colombianos, tanto así que el mismo gerente de la campaña después medio arrepentido dijo la verdad en pocas palabra aceptó que engañaron a los votantes del No, se aprovecharon de sus debilidades y temores, jugaron con ellos más que sus ex. Pero bueno al fin el triunfo del No sirvió para sentar a los del No y los del Si convocados por el gobierno para mejorar el acuerdo y efectivamente se mejoró, más del 95% de las propuestas y correcciones que el uribismo y en general los promotores del no presentaron fueron incluidas al acuerdo de paz final que se firmó en noviembre de 2016.

Cuatro años después: el país no fue entregado a la guerrilla, está bajo el mando del uribismo, los niños no se volvieron homosexuales, no nos convertimos en Venezuela aunque Duque gobierna como Chávez o maduro pero de derecha, Duque intenta acabar el acuerdo por presión de su partido dejándolo en la última gaveta de prioridades y gastándose la plata de la paz en mejorar su imagen,  el uribismo tiene el poder de todas la entidades del estado: ya se embolsillaron a la Procuraduría, Fiscalía, Defensoría, Contraloría etc.  Por eso mismo hay que leer, investigar, interpretar y dejar de creer a ciegas en todo lo que dicen en la calle porque o sino usted puede morir engañado.

Marcar como favorito enlace permanente.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *