De acuerdo al documento del Ministerio de Salud y Protección Social reconoce el esfuerzo y la valiosa intensión de las empresas que han puesto a disposición estas tecnologías, como quiera que la pandemia ha generado mucho interés por parte de las instituciones y de la comunidad en general, en buscar la aplicación de medidas tendientes a mitigar el contagio.
Sin embargo, el Ministerio también señala que la rapidez con que se han implementado algunas de estas medidas, no ha permitido contar con los estándares de calidad, eficiencia, evidencia científica o seguridad al consumidor de referencia para el uso de las mismas.
Eso hizo necesario que por parte del Ministerio de Salud y Protección Social, se revisara la información disponible en la evidencia científica, relacionada con los riesgos para la salud y la eficacia de este tipo de procedimientos, con el fin de definir la real utilidad de los mismos y emitir concepto respecto del potencial riesgo sobre la salud humana.
La rápida implementación de estos dispositivos por parte de diferentes instituciones y la ausencia de reglamentos técnicos y regulación para su control, no han permitido que las autoridades de salud efectúen la debida inspección, vigilancia y control de:
– El tipo de productos utilizados.
– La concentración que se está aplicando.
– La dirección y altura de las boquillas.
– La cantidad de producto que es asperjado sobre cada persona.
– Las condiciones de aseo y mantenimiento del respectivo arco, túnel o cabina.
– Así como el respectivo seguimiento a los posibles efectos secundarios sobre la salud de los usuarios, que se hayan derivado de la exposición a los productos de desinfección.
El documento permite inferir que la mayor preocupación del Ministerio, es que el usuario pueda tener la percepción falsa sobre que el breve paso por el respectivo sistema de aspersión, hace que quede totalmente desinfectado, pudiendo llevar a la reducción en la implementación y seguimiento permanente de medias efectivas, como el lavado de manos o los códigos de etiqueta respiratoria.
La sensación de desinfección que experimenta el usuario, puede hacer que transite (ingrese y salga) con una mayor frecuencia de la instalación en la cual se ubica el túnel o la cámara, dispersando el virus en caso de estar infectado.
Por otra parte, es probable que las instituciones reduzcan la frecuencia y eficacia de las labores de desinfección, al considerar que el personal que ingresa ha sido desinfectado.
La gran variedad de productos desinfectantes disponibles en el mercado, entre los que se destacan: el amonio cuaternario, peróxido de hidrogeno, isopropanol, hipoclorito de sodio, ácido octanóico, etanol, trietilenglicol, ácido L-láctico, ácido peroxiacético, ácido glicólico, fenólico, ion plata, ácido cítrico y acido hipocloroso, así como la variación en cuanto a las concentraciones y mecanismos de acción, hace que resulte muy difícil mantener un control específico para cada sistema implementado y, así evaluar su eficacia, ya que estos productos desinfectantes tienen composiciones diferentes y pueden reaccionar de forma distinta dependiendo de las condiciones de aplicación.
El Ministerio también señala que la forma empírica del diseño y del uso de los dispositivos de aspersión / nebulización de desinfectantes sobre personas, para el control del COVID-19, no ha permitido considerar el potencial riesgo secundario para la salud humana, al exponer a las personas de manera directa al contacto dérmico, ocular e inhalatorio de productos químicos, que pueden originar efectos adversos sobre su salud.
Por lo tanto, al considerar que el uso de estos sistemas de aspersión no se encuentra estandarizado y debidamente reglamentado, el Ministerio ha recomendado descontinuar su implementación, para lo cual se recomienda:
- No utilizar cabinas, túneles, arcos y demás sistemas de aspersión o nebulización de desinfectantes, como estrategia de desinfección de personas, en el contexto de la emergencia por COVID -19.
- Las cabinas, túneles, arcos y demás sistemas de aspersión o nebulización de desinfectantes solo deben usarse en personas en escenarios especiales de riesgo o procesos que exijan la mejor asepsia posible, donde los trabajadores que se someten al procedimiento se encuentren capacitados para el proceso de desinfección, se garantice que no se presente exposición a través de los trajes y se cuente con un protocolo para el manejo de los desinfectantes
Sobre lo anterior es importante señalar que, este tipo de emergencia, como lo es la pandemia por COVID-19, es una situación totalmente nueva y para la cual ningún gobierno o institución estaban totalmente preparados. Por lo tanto, el comportamiento de la misma y las medidas que se han de implementar, son totalmente dinámicas y requieren de una adaptación permanente, dependiendo de la evolución de las mismas y de los resultados obtenidos.
“Nuestra única preocupación, como Secretaría de Salud Departamental de Casanare, es salvaguardar la salud e integridad de la comunidad. Y en busca de cumplir dicho objetivo, debemos también adaptarnos continuamente a los lineamientos del Ministerio, quien a su vez está adoptando y actualizando permanentemente los protocolos de manejo de la pandemia, basados en la información compartida con otros países”, expresó Yenny Fernanda Díaz Barinas, titular de ese despacho.