Fotografías de la tierra cuarteada por la falta de agua, lagunas secas, animales muertos y otros a punto de morir, se han convertido en escenas muy comunes en Casanare, todo por cuenta del intenso verano.
Especialmente en el norte de Casanare en Paz de Ariporo y en Hato Corozal, las escenas son dramáticas.
Uno de los casos más recientes se registra en la laguna Matepalma de la vereda San Estaban en el municipio de Paz de Ariporo al norte de Casanare, en donde ya han muerto especies nativas como galápagas, chiguiros y venados.
Para la subdirectora de Control y Calidad de Corporinoquia Karen Pinzón de la Rosa, esta situación obedece al cambio climático.
“Los rayos del sol cada vez llegan directamente sobre los ecosistemas, la evaporación del agua aumenta y en algunas ocasiones el agua se infiltra, disminuyendo el caudal y el recurso hídrico de ciertas zonas que en temporada de invierno se ve grande en extensión, pero el nivel es bajo”, afirmó.
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