Juan Carlos Suárez y ex Senador Andrade.
Luego de un airado reclamo del abogado llanero Juan Carlos Suárez, se complicaron las cosas para el excongresista Hernán Andrade, quien en medio de la polémica terminó presentando la renuncia a la presidencia del Partido Conservador la mañana del lunes. Las regiones habrían sido el detonante para la dimisión del huilense.
Como un “golpe de estado” se refirieron fuentes políticas del conservatismo la actuación de varios líderes de la colectividad, quienes pidieron que se respetara la autonomía de las regiones para elegir sus representantes de cara a las elecciones de este año.
El episodio más reciente tuvo lugar en Yopal, donde el precandidato a la Alcaldía de la capital casanareña Juan Carlos Suárez, durante un evento público recriminó a Andrade sus decisiones, pues, según él, no tomaba en cuenta las bases de la región para elegir candidatos, lo que desató un descontento nacional, este sería el ‘florero de Llorente’ que hizo eco entre las grandes cabezas que terminaron por respaldar al llanero.
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Y es que no fue fácil para Andrade soportar la presión, pues gamonales como el expresidente Andrés Pastrana y la misma vicepresidenta de la República Marta Lucía Ramírez, habrían respaldado la petición de Suárez Forero, e inmediatamente habrían sugerido el nombre del también exsenador Omar Yepes Alzate para asumir el cargo.
A pesar que la posición de Andrade frente a los Acuerdos de Paz y su actuación frente al Gobierno nacional, ya habían desgastado el matrimonio en las toldas azules, lo sucedido en Yopal terminó resquebrajando esa relación que estaba en cuidados intensivos.
Suárez no se ha referido formalmente al tema, pero a través de sus redes sociales citó frases que denotaban su beneplácito por el apoyo de los grandes líderes azules y adujo “haber ganado una pelea como David a Goliat”.
Será este miércoles cuando el gran congreso nacional Conservador determine quién sucederá la presidencia, si Yepes, o el exmagistrado Wilson Ruiz, apoyado por senadores como Efraín Cepeda, pero que, de momento, no parece tener la fuerza suficiente.
