Pasadas las 3:00 de la mañana un grito asustó a la dueña de una casa en Maní. Fue tan fuerte que en medio del sueño, esta persona pensó que podría ser un espíritu.
Horas más tarde, descubriría que uno de sus arrendatarios había asesinado salvajemente a su esposa, una mujer de nacionalidad venezolana.
La alerta de lo que había sucedido se generó cuando la mayor de las hijas se despertó y vio la salvaje escena.
Lo trágico de este caso es que quedan 4 pequeños sin su mamá porque su padrastro dispuso de la vida de la mujer que los trajo a este mundo.
Esta familia había arrendado un cuarto en una vivienda de Maní hace un par de meses y allí convivían los 4 hijos y la pareja de esposos.