Un hecho de intolerancia terminó generando una ruptura en una familia casanareña por un tema de tierras.
Daniel fue señalado por su hermana de no dejarla ingresar a un predio de la zona rural de Trinidad que le había sido entregado por su mamá, a través de escritura aprobada por Incoder.
Por no dejar ingresar a su hermana al predio, aduciendo que él era el único dueño, le imputaron cargos a Daniel delito de Perturbación de la Posesión sobre el inmueble.
Ahora Daniel debe pagar una pena en prisión de 14 meses, luego de una condena proferida por el Juzgado Promiscuo Municipal de Trinidad.