Escrito por: Yesenia Bayona, directora de www.lareporteria.com
Siete candidatos buscarán llegar a la alcaldía de Yopal, tras conseguir la mayor votación en la jornada electoral que se adelanta este 26 de noviembre.
Pero más que unas elecciones, el pueblo debe ser consciente de que su voto tiene un poder supremo que permitirá cambiar el destino de este estancado Yopal a un territorio próspero, con oportunidades, planificado y proyectado como la capital de servicios de la Orinoquia colombiana.
Resulta inútil para muchos seguir creyendo en promesas baratas y populosas que solo han dejado una estela de incapacidad administrativa; falta de idoneidad y además, han querido manejar a Yopal como una caja menor para pomposos gastos a favor de personajes oscuros que bajo un espejismo, quieren mantenerse en el poder.
Este domingo Yopal se la juega por un cambio para que realmente este municipio, pueda seguir con el proceso de crecimiento que dejó de registrarse desde el 2011. De ahí en adelante, la ingobernabilidad ha reinado con sus respectivas consecuencias…desorden administrativo y una ciudad con crecimiento irregular y desorganizado.
Así como lo dijo el delegado de la Procuraduría General de la Nación en el sorteo de la ubicación en el tarjetón para los candidatos, ojalá quien resulte electo como alcalde, planifique muy bien las inversiones y los proyectos que deben gestionarse en los distintos fondos de regalías, porque a la fecha ha sido insuficiente por no decir que nula la gestión de recursos en esas instancias.
Esta es la oportunidad para que los yopaleños manifiesten el poder que la Constitución Política les ha otorgado, dejando de lado amenazas y todo tipo de insinuaciones para que voten por alguno de los 7 candidatos que postularon su nombre para ser elegidos como el próximo alcalde de Yopal.
Cada quien tiene el poder y el derecho de elegir libre y espontáneamente al candidato de su preferencia.
Será el pueblo el responsable de la elección del nuevo alcalde; esa persona a quien la historia juzgará o premiará por haber rescatado a Yopal del precipicio administrativo en que en el que actualmente se encuentra.