Columna escrita por: Sargento Mayor Ángel González Riveros y periodista Wilson Coba
El Ejército Nacional al igual que toda institución o empresa que quiera estar a la vanguardia en el nuevo milenio debe fortalecer sus procesos y procedimientos, con un énfasis en la mejora continua que para el caso de la Fuerza Pública consiste en proteger a la población civil y sus recursos, generando un ambiente de paz, seguridad y desarrollo.
El Ejército Nacional no está cambiando su doctrina sino que está evolucionando, con el fin de obtener altos estándares internacionales, permitiéndole alinearse con los mejores ejércitos del mundo que integran la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) y de esta manera poder comunicarse con sus pares en un lenguaje doctrinal.
En el departamento de Casanare por tener relativa cercanía con la frontera con Venezuela y dado que su territorio está atravesado por una vía del orden nacional, se presentan fenómenos transnacionales y otros delitos que pueden alterar su normal desarrollo.
Aquí el Ejército Nacional con sus unidades especializadas y con el apoyo a las autoridades civiles y policiales, se combaten todas las amenazas probables o las que surjan después de la implementación de los acuerdos de paz.
Héroes Multimisión al servicio de los casanareños
Para el caso de Casanare, departamento con vocación agrícola y ganadera, el Ejército Nacional con sus unidades de desarrollo rural ayudará a las comunidades a tecnificar sus cultivos, a mejorar sus especies y buscará fomentar la preservación del medio ambiente.
El propósito de los pelotones de desarrollo rural que fueron implementados por la Octava División, es llegar a las zonas más apartadas del departamento, donde las familias campesinas tienen una pequeña parcela y unos pocos animales, convirtiéndose en personas que realmente requieren de la presencia y la ayuda del Estado.
La importancia de este Ejército, es que sin cambiar su misión constitucional busca fortalecer sus capacidades de acción y estar más cerca de la población civil, apoyando las comunidades más vulnerables, para procurar su bienestar, y de eso deben estar seguros los colombianos, que sus soldados han estado, están y estarán siempre para apoyarlos.
Los casanareños ya empiezan a sentir esa transformación, pues soldados que han sido preparados en asuntos agrícolas y ganaderos, están brindando algunas asesorías en el mejoramiento de sus cultivos, reforestación y piscicultura a finqueros de Aguazul y Yopal inicialmente,.
Además se activó el pelotón de caballería montada femenina, que ha iniciado a visitar comunidades indígenas, con el fin de establecer rutas de trabajo y apoyo.
En la capital del departamento, los yopaleños empezaron a sentir la presencia de sus soldados en las calles de la ciudad y en los barrios, generando tranquilidad y confianza en las noches.
Esta transformación compromete aún más a hombres y mujeres del Ejército Nacional con el progreso y desarrollo de las regiones, unas tropas que cada día se capacitan para apoyar al pueblo en los campos productivos, en la academia, en las contingencias derivadas de los desastres naturales y en todo lo que requieran los compatriotas.
La proyección del Ejército Nacional para el año 2030, es la consolidación del plan de transformación, el fortalecimiento institucional y la capacidad de desplegarse en cualquier parte del territorio nacional e internacional con el fin desarrollar operaciones terrestres unificadas o de asistencia social y humanitaria.