Movida estuvo la agenda del pasado lunes por el tema de las
fotodetecciones, después del balance que dejó aún más indignada a la comunidad,
el grupo promotor del desmonte anunció «dar la pelea para que se acabe
totalmente el cobro de infracciones por parte de Setty a través de
fotografías».
Y es que no es para menos; las cifras para la entidad sancionatoria son
escandalosas, o al menos así fue que lo demostraron los participantes de la
mesa de trabajo:
Al menos 150 Fotomultas son implantadas a diario, con promedio de $378.700,
lo que supone que al menos Yopal pagaría 57 millones cada 24 horas a la empresa
privada, con el agravante que Yopal no cuenta con un plan de movilidad y que
tiene un déficit de señalización cercana al 80%.
Según el concejal del Partido Verde Heyder Silva, «el negocio de las
fotomultas podría dejar dividendos cercanos a 1 billón de pesos durante sus 20
años en los que fue concebido el jugoso negocio».
Agrega Silva que «Hace un año se instauró una Acción de Nulidad ante el Juzgado Segundo
Administrativo por los concejales Juan Vicente Nieves Gonzalez, Julián Fonseca,
Cesar Zorro, José Humberto Barrios y el exconcejal Leonardo Puentes para que la
Administración Municipal dé finalización a este contrato».
De hecho, uno de los propósitos de Juan Carlos Suárez como nuevo jefe de la
cartera de Planeación es entrar a evaluar la conveniencia de dicha concesión, y
de ser nociva para los intereses del municipio, no descarta en analizar la
viabilidad de darla por terminada.
Así las cosas, Setty contempló la posibilidad de menguar las fotomultas en
el centro de la ciudad, uno de los sectores más afectados por el bajonazo
económico tras la aplicación de la norma, a lo que el grupo que le hace
oposición asegura que «debe obviarse toda la aplicación de sanciones hasta
tanto un juez no dirima la legalidad de dicho contrato».
Las cartas están sobre la mesa y los actores se volverían a reunir luego de
tener una propuesta final.
