Una vez finalizada la audiencia de verificación a la acción popular que se viene realizando al proyecto de Torres del Silencio, fue más la zozobra que la tranquilidad para las 400 familias que se beneficiarán con este proyecto de vivienda de interés social.Esta situación se genera porque el proyecto estuvo amparado con la aseguradora Condor S.A que entró en liquidación en diciembre del año anterior, por orden de la Superintendencia Financiera.El problema para el proyecto Torres del Silencio de Yopal, es que la póliza se vence el próximo 28 de febrero y la obra estaba proyectada ser entregada el 31 de marzo.Narda Perilla, directora de Vivienda Departamental, afirmó que desde que se conoció la información de la liquidación, de han adelantado gestiones ante la Superintendencia, con el fin de lograr una salida jurídica que no perjudique a las 400 familias que esperan sus viviendas con gran anhelo.“Con el apoyo del representante Josè Rodolfo, logramos que nos atendieran con prontitud en la Superintendencia y estamos adelantando gestiones con compañías aseguradoras, para poder finalizar este proyecto de vivienda de interés social”, afirmó Perilla.La preocupación radica en que si no hay una empresa que asegure el proyecto mediante la expedición de una póliza, la obra se suspendería, según afirmó el cogestor Iader Barrios.Durante el desarrollo de la audiencia, el magistrado Hèctor Alonso Àngel Àngel, dijo en tono vehemente que había pasado bastante tiempo y que no se había cumplido con lo que ordena la sentencia.“Hay una sentencia y hay atrasos efectivamente en el cumplimiento de esa sentencia y la Ley determina unas consecuencias cuando el fallo no se cumple dentro de los términos que se exigieron allí. Lógicamente que se revisará si se justifican o no, los aplazamientos”, afirmó el magistrado Ángel Ángel.La anotación jurídica obedece a que existe una acción popular que viene del 2006 y que ordena la reubicación de 217 familias del barrio La Esmeralda y adicionalmente, en el 2011, se asignaron los subsidios a 183 familias que aún padecen las demoras que los ha perjudicado y que por eso, todavía siguen pagan arriendo e intereses por el dinero que consiguieron prestado para lograr hacer el cierre financiero del proyecto.